He Reencarnado y Estoy ¡OP!

Capitulo 11

Ok, para empezar, hola mi nombre es Kasumi y, para terminar, a sus hijos no les hice absolutamente nada aparte de salvarlos-Kasumi.

¡Mamá baja la espada, Kasumi nos salvó!-Lia.

¡Es la verdad mamá, baja la espada!-Luiz.

Al principio dudo un poco pero después de ver las expresiones de sus hijos bajó la espada, ella se alejó de mí y se puso frente a sus hijos, por lo que miré ella era una madre que protegería a sus hijos a toda costa.

Gracias, bueno ya que traje a sus hijos me retiro, adiós-Kasumi.

Me di la vuelta para irme, pero antes de que diera los primeros pasos la mujer me hablo.

Espera, quisiera escuchar lo que ocurrió, hablemos adentro, por cierto, mi nombre es Nana-Nana.

Un gusto Nana-Kasumi.

Sin más que decir Lia, Luiz y Nana entraron en la casa seguidos por mí, ya dentro de la casa observé esta detenidamente, no había mucho que decir ya que solamente tenían cosas comunes y corrientes.

¿Quieres algo de té?-Nana.

Si por favor-Kasumi.

Fui guiado hasta el comedor donde me senté y Nana se retiró hacia la cocina, solo fue cuestión de minutos para que ella regresara con dos tazas con té, me sirvió dicho té y se sentó al lado contrario de la mesa.

¿Está bueno?-Nana.

Si, sabe bien-Kasumi.

Levanté la vista y observe a Nana bien, ella al igual que sus hijos tenía el cabello de color amarillo y piel blanca, sus orejas y cola a diferencia de sus hijos eran de color amarillo completamente, sus ojos eran del mismo color que los de Lia, revise rápidamente su Estado y según este la edad de ella era de 32 años, pero aun con esa edad se miraba muy bella, una figura bastante llamativa a mi parecer.

Y, ¿qué fue lo que paso?-Nana.

Pues...-Kasumi.

Tardé un poco en contarle a Nana lo que había pasado ya que traté de no omitir mucho.

Así que eso fue lo que paso-Nana.

Sí, no comprendo porque los humanos de esta ciudad los odian tanto, digo, su raza es prácticamente la misma, nos miramos iguales y somos muy similares, pero no comprendo el odio de los humanos hacia ustedes-Kasumi.

Sabes, hace mucho tiempo....-Nana.

Nana comenzó a relatarme una historia la cual contaba que hace cientos de años todas las razas eran unidas y se ayudaban mutuamente, en esos tiempos todo era paz y tranquilidad.

Los elfos, humanos, semi-humanos, enanos y otras razas, todas eran unidas y se ayudaban entre sí, pero, desde que hubo un pequeño conflicto todo eso se vino abajo, hubo guerras, masacres, toma de tierras, esclavización etc.

Y ese pequeño conflicto fue cuando un semi-humano asesino a un príncipe humano, el príncipe era muy arrogante y bastante odiado aun entre los humanos, un día este príncipe violó la hija de un semi-humano pero este al enterarse de ello asesino al príncipe, todos los humanos nobles que miraron está acción lo tomaron como una amenaza y desde ese momento los semi-humanos comenzaron a ser odiados por los humanos, principalmente los nobles, las otras razas se separaron por diferentes conflictos que implicaban casi lo mismo, los elfos después de vivir en medio de los humanos se retiraron hacia su bosque aunque algunos aun merodeaban entre los humanos u otras razas, los enanos al igual que los elfos crearon su propia ciudad de enanos, los humanos se quedaron con la mayor cantidad de terreno donde vivían las anteriores razas logrando así ser la raza con mayor terreno, los segundos en tener mayor terreno fueron los demonios.