Capítulo 14

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Desde que comencé a ser un aventurero las cosas se fueron poniendo más entretenidas, mis primeros días de aventurero fueron un poco aburridos pero conforme paso el tiempo ya me estaba gustando ese estilo de vida, durante las mañanas me la pasaba en la mansión pero después de las campanadas del medio día me retiraba hacia el gremio a hacer alguna misión aunque no lo hacia todos los días, mínimo lo hacía tres días a la semana, aunque en si ni siquiera sabía que día de semana era ya que no existían realmente, solo contaba siete días a azar.

Debido a que ya era oficialmente un aventurero tuve que comprarme equipo de aventurero, como ya mi cuerpo era prácticamente indestructible no quise exagerar en comprar equipo caro y por lo tanto solo me compré una pechera de hierro, unos pantalones de cuero de algún monstruo, unas botas hechas de cuero y una espada de acero con su funda la cual cargaba en mi cintura.

Con el tiempo fui conociendo otros aventureros con los cuales en algunas ocasiones íbamos a hacer misiones en grupo, aunque podía hacerlo yo solo nunca caía mal un poco de compañía mientras exterminaba monstruos o exploraba algún lugar, era divertido luchar con ellos, aunque me molestaba un poco el hecho de contenerme mucho mientras luchaba.

Mientras hacía algunas misiones también desbloquee más habilidades, en una misión de cazar un grupo de treinta Goblins, vendé mis ojos para mejorar mis sentidos y mientras luchaba a ciegas uno de los Goblins me lanzó una flecha por la espalda, sentí algo raro en el cuerpo similar a la vez que había desbloqueado Percepción pero al mismo tiempo diferente, justo antes de que la flecha me golpeara mi cuerpo reacciono por si solo moviéndose a un lado esquivando la flecha aun sin mirarla, debido a eso desbloquee la habilidad Percepción de crisis, la verdad no me había quedado muy claro el hecho de haber desbloqueado la habilidad ya que la flecha no me hubiera hecho absolutamente nada aun si me hubiera impactado en la cara, pero quien era yo para no aceptar una habilidad pasiva gratis.

Las cosas continuaron su curso normalmente, pero en otra ocasión que estaba tratando de mejorar mi espada de la nada desbloquee otra habilidad, Encantar. La verdad no tenía ni la más mínima idea de cómo funcionaba la habilidad y por lo tanto pedí instrucciones y al igual que cuando las pedí para Creador me dio prácticamente un manual pero para mi sorpresa la habilidad funcionaba casi como Creador, practiqué con la habilidad bastante tiempo ya que al crear algunos encantamientos estos se descontrolaban un poco dando como resultado una explosión, para mi gran suerte la habilidad también funcionaba de una manera un poco peculiar ya que cuando cree el primer encantamiento la habilidad guardo el encantamiento y de ese modo podía poner el encantamiento en cualquier cantidad de objetos, para probar cree diez espadas de hierro y también cree un encantamiento de resistencia al fuego, una vez creado el encantamiento se lo aplique a la primera espada y lo probé usando magia de fuego, el encantamiento funciono perfectamente y por lo tanto se guardó una copia del encantamiento en mi cerebro, volví a pensar en aplicar el encantamiento en las otras espadas y al igual que el primero funciono, probé nuevamente su resistencia y no hubo ningún cambio, era un excelente resultado desde mi punto de vista.

Mientras tenía un poco de tiempo libre comencé a trabajar en la creación de un abrigo de cuero que había extraído de un animal llamado Owit el cual era una especie de oso panda gigante que escupía fuego, el monstruo me lo encontré mientras hacia una misión de búsqueda de un hongo que crecía solo en lugares un poco calientes, para poder conseguir el hongo tuve que salir de la ciudad hasta llegar a un lugar que tenía un volcán durmiente, el lugar estaba a kilómetros de la ciudad y por ello la recompensa era de unas cuantas monedas de oro, pero no solo era la distancia el problema, el otro problema era que esos hongos solo crecían cerca de los nidos de los Owit, cuando llegue al lugar no se me hizo difícil encontrar los hongos pero el problema fue que este estaba custodiado por unos veinte Owit, luego de derrotar a todos los Owit guardé sus cadáveres en el Inventario y regrese al gremio después de diez días para evitar levantar sospecha, al regresar al gremio algunos de los aventureros me preguntaron acerca de cómo había podido encontrar los hongos y de que si me había encontrado con algún Owit, obviamente les mentí diciéndoles que había encontrado los hongos en el bosque alejado de la ciudad y que me había encontrado con un Owit pero que había escapado de él.

He Reencarnado y Estoy ¡OP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora