He Reencarnado y Estoy ¡OP!

Capítulo 27

(Con este serian cinco).

Luego de haberme encargado de eliminar a los bandidos que estaban incendiando el pueblo decidí regresar con las chicas, volé rápidamente hacia las chicas y mientras lo hacía miré como una flecha se dirigía hacia Arisa, estaba a punto de teletransportarme cuando noté que Shiro se lanzó para atrapar la flecha, pero no salió como esperaba y la flecha se clavó en su mano, en el momento que la flecha atravesó la mano de Shiro recibí una notificación en el borde de mi vista al tocar la notificación automáticamente el Mapa me mostró la ubicación de Shiro.

(Si funciona la función extra del Mapa, pero no quería probarlo de este modo).

Me teletransporté al lado de las chicas y eliminé a unos tipos que estaban cerca de ellas.

Dame tu mano-Kasumi.

Shiro haciendo una mueca de dolor me dio su mano, desintegré la flecha y utilizando magia de sanación avanzada sané la mano de Shiro en un instante, mientras terminaba de retirar los restos de sangre de la mano de Shiro una flecha me impacto justo a un costado de mi cabeza destrozándose con el impacto, miré la flecha y era idéntica a la que había atravesado la mano de Shiro, terminé de retirar la sangre de la mano de Shiro y comencé a caminar hacia el grupo de bandidos, algunos arqueros me lanzaron flechas para intentar detenerme pero fue completamente inútil, cuando ya estaba lo suficientemente cerca cree algunas espadas y en un instante atravesé el pecho de cada hombre, deshice las espadas y simplemente regresé con las chicas.

Luego de haber asesinado a todos los bandidos varios de los residentes comenzaron a salir de sus escondites, algunos nos miraban con admiración, pero otros con miedo, sin ponerle interés a las personas que comenzaron a salir de todos lados regresamos a la posada, me quedé fuera de la habitación mientras las chicas se cambiaban de atuendo, cuando me dieron la señal para entrar ingresé en la habitación, de ese modo terminó nuestra noche un poco entretenida.

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En la mañana como ya habíamos acordado abandonamos el pueblo a tempranas horas, como ya había pasado anteriormente el viaje se tornó muy aburrido, el tiempo transcurrió y en solo unos días más de viaje logramos llegar a la ciudad Shoe, desde una distancia bastante larga se podían apreciar unas murallas gigantescas, más de cerca pude ver la entrada de la ciudad, también noté que sobre la muralla habían pequeñas estructuras, usando mi vista telescópica pude ver que estos eran pequeños puestos de vigilancia, luego de unos minutos más de camino logramos llegar a la entrada de la ciudad.

Nos separamos del comerciante el cual se fue hacia la entrada de los carruajes mientras nosotros nos dirigimos a la entrada de personas, la entrada tenía una fila de unas quince personas las cuales estaban entrando rápido, lo único que tenían que hacer para entrar a la ciudad era tocar un orbe para saber tus crímenes y pagar un pequeño impuesto, por un instante pensé que las chicas al haber asesinado los bandidos en el pequeño pueblo iban a tener problemas, pero luego de que en sus estados no saliera nada extraño espere a ver el resultado del orbe de la entrada, si las cosas se complicaban las iba a sacar a toda velocidad del lugar, luego de esperar por unos minutos llego nuestro turno.

Siguiendo el protocolo de las demás personas toqué el orbe y obviamente no pasó nada, pagué el impuesto y me quedé esperando a las chicas, pero para suerte el orbe no reacciono a las chicas, de ese modo pudimos entrar a la ciudad.

(Seguramente asesinar a personas malas no cuente como asesinato, que mundo más raro).

Dejé de pensar en la forma de juzgar de Esdrul y continuamos caminando, lo primero que busqué fue una posada, solo fue cuestión de unos minutos para poder dar con una posada bastante buena a un precio no tan alto, luego de asegurar la posada decidí dar un paseo por la ciudad con las chicas, lo primero que visitamos fue un restaurante, luego de poder llenar nuestros estómagos comenzamos a caminar por la ciudad, en nuestra caminata pudimos ver muchas cosas increíbles, pero lo que más me pareció increíble fue que las personas se llevaban bien con los semi-humanos, aunque no eran todas las personas se notaba la diferencia entre mi ciudad natal y esta, sin duda alguna un gran cambio.