Promesa De Niños [KYUFANY]

El amor solo es una debilidad.

La madre de Kyuhyun había muerto hacía poco más de seis meses y ahora solo vivía con su padre y su hermana menor. Eran unas personas tranquilas que no se metían con nadie y aun cuando no pertenecían a una de las familias adineradas del lugar, tampoco eran tan pobres, pero eso no importaba ya que eran felices.

Hasta que una noche, mientras todos en la casa dormían, llegaron.

Entraron en su casa unos sujetos vestidos de negro y con una máscara cubriéndoles el rostro. Llegaron a media noche y arrebataron de sus camas a la pequeña familia de Kyuhyun.

El grito de su hermana fue lo que lo despertó, pero ya era demasiado tarde. Los sujetos ya estaba sobre de él. Después de reponerse de la sorpresa intento resistirse, pero poco podía hacer ya que eran tres lo sujetos que lo rodeaban, le dieron un golpe en la boca del estómago para someterlo y así poder amordazarlo, ponerle un costal sobre la cabeza y sacarlo de la casa. Hasta introducirlo en lo que al parecer era una camioneta. Escucho los gritos de su hermana y su padre a lo lejos, pero con las manos y los pies atados, no pudo hacer nada más que tratar de liberarse con desesperación consiguiendo solo nuevo golpe que lo hizo retorcerse de dolor por unos minutos.

Paso por lo menos una hora, o algo así creía Kyuhyun antes de que la camioneta se detuviera y lo arrastraran fuera de ella. Llevaba el rostro cubierto, no podía saber en realidad lo que estaba pasando, a donde lo habían llevado o quienes eran. Solo podía escuchar y tratar de hacerse una idea de lo que pasaba a su alrededor. Escucho de pronto que se abrió una puerta y lo empujaron dentro, como no podía ver, se tropezó y cayó al suelo, alguien rio. Lo ayudaron con brusquedad a sentarse y luego le quitaron el costal que le cubría la cabeza.

A Kyuhyun le consto un poco de trabajo enfocar la mirada, pero cuando lo logro, vio a dos hombres frente a él, no pudo reconocerlos ya que en el lugar donde lo había metido no había luz. Sin decir nada, los sujetos se fueron y lo dejaron allí amordazado, atado, sin poder moverse y con un monto de preguntas, además de un miedo infinito por la seguridad de su hermana.

Pasaron un par de horas, hasta que fueron por él. Lo sacaron de la habitación y lo que encontró fuera, lo dejo realmente sorprendido. Estaba dentro de una mansión, una enorme y lujosa mansión. Y por todos lados había guardias, hombres vestidos de negro con armas que parecían estatuas sin moverse de su lugar. De pronto Kyu creyó saber dónde estaba. Los dos sujetos que lo llevaban, se detuvieron frente a una puerta de caoba negra, custodiada por otros dos tipos, esperaron a que les permitieran el paso e ingresaron en la nueva sala junto con Kyuhyun.

Ese era el lugar más lujoso que jamás había visto, todo era hermoso. Su miraba viajo por todo el lugar hasta que se topó con un escritorio donde un hombre lo observaba atento. Aquel sujeto se le hizo un poco familiar, pero no supo si en verdad lo conocía. Con un ligero movimiento del hombre frente a él, los otros dos tipos desataron a Kyhyun.

— ¡¿Dónde está mi familia?!— fue lo primero que exigió saber. No trato de escapar o de pelear con sus captores, sabía dónde estaba y no era tonto, lo que quería era respuestas y si se ponía en ese momento a pelear como loco lo único que conseguiría era que lo volvieran a atar. Pero el hombre no respondió, solo lo miro y luego hizo de nuevo una señal con la mano. Segundos después apareció de detrás de una puerta Sooyoung, la hermana menor de Kyuhyun. A ella también la tenían amarrada y en cuanto la soltaron corrió a los brazos de su hermano llorando.

— ¿Estás bien?— le pregunto él, sujetándole el rostro. La chica no podía hablar por el llanto así que solo asintió. Segundos después también apareció su padre acompañado de otros dos sujetos. Él no estaba amarrado, pero los dos tipos lo llevaron hasta el escritorio donde lo obligaron a ponerse de rodillas. Kyuhyun cada vez entendía menos. Pero de lo que ya no le cabía duda era que estaban frente a Zafiro.