Sálvame » Omegaverse

28.

Al día siguiente se encontraban todos arriba del auto, Edd conducía mientras cantaba y se movia al ritmo de una canción que estaba en la radio la cual solo consistía un muchos "La la la la".

--¿Por que debemos ir a la plaza comercial tan temprano?-- preguntó Tord algo adormilado desde el asiento de copiloto.

--Por que hemos sido invitados a una boda y todos debemos llevar algo decente-- explicó Edd con una sonrisa.

--Pero es muy muy temprano y si no duermo no me veré bien-- dijo Matt desde el asiento trasero del auto.

--Edd se demora mucho en elegir ropa y más si es algo formal-- dijo con un tono tranquilo Tom quien miraba distraído por la ventana.

--No demoro demasiado es solo para asegurarnos de tener tiempo extra-- explicó el castaño.

Unos minutos pasaron luego de esa pequeña conversación.

--¡Llegamos!-- anunció Edd despertando a todos los de dentro del auto que habían logrado quedarse dormidos.

--Bien bien-- dijo Tord adormilado y salió del auto.

Era la misma plaza en la que se había besado con Tom y gracias a eso prestó mucha atención al menor al bajar del auto.

Una expresión de sorpresa se formó en el rostro de Tom, los recuerdos llegaron a él rápidamente, los dos se miraron y rieron por lo bajo.

Una vez dentro de la plaza y que para sorpresa de todos estaba abierta y había algo de gente apesar de ser bastante temprano, se detuvieron en la entrada junto a el mapa del lugar.

--Bien creo que debemos dividirnos-- dijo Matt --Yo iré con Edd-- y tomó la mano del amante de la cola.

Tom y Tord asintieron con la cabeza a ambos se les olvidaba de momento que esos dos ya eran oficialmente una pareja.

--Estaremos en la primera planta, ¡cuidense!-- dijo Edd alegremente mientras se alejaba de la mano de Matt.

Tom y Tord se quedaron en silencio por unos minutos.

--Bien ¿que te gustaría comprar?-- preguntó Tord.

--¡Amm! no lo sé, nunca he ido a un boda-- dijo riendo.

--Tal vez un traje o una camisa formal, es lo que se me ocurre para una boda-- respondió Tord.

Caminaron en dirección a tiendas de trajes y boutique's en busca de algo formal durante algunas horas, se encontraban dentro de alguna de las muchas tiendas que había en la plaza en realidad ya no sabían en cual de todas estaban.

--Hey-- dijo Tom y caminó en una dirección en particular cuando algo llamo su atención, una camisa azul marino bastante oscura a decir verdad.

--¿Has encontrado algo?-- preguntó Tord desde un pasillo de distancia.

--Si creo que si-- dijo Tom descolgó la camisa y fue hacia Tord --¿Que te parece?¿Suficientemente formal?-- preguntó una vez estuvo frente a Tord, colocó la camisa sobre su pecho para que el contrario tuviera una idea más clara de como se vería en él.

Una pequeña imagen se formó en la mente de Tord, era Tom con la camisa.

--Me parece que se te vería muy bien-- dijo Tord sonriendo, sabía que sus pensamientos no lo traicionarian.

Tom esperaba en la fila de la caja registradora y a lo lejos recargado en un pilar de la tienda se encontraba Tord que lo miraba pero más importante que lo cuidaba a lo lejos.

Mientras estaba perdido en el menor pudo ver como éste colocaba una mano en la parte baja de su vientre y fruncia el ceño momentáneamente.

Tom terminó de pagar y ambos salieron de la tienda. Las horas pasaron y ahora era Tord quien se encontraba en un vestidor probandose un traje, Tom estaba afuera esperando tras la advertencia del noruego de no irse lejos.

Mientras esperaba fuera tuvo un fuerte mareo que de no sostenerse de la pared habría caído al suelo, hacía ya un tiempo que no se sentía muy bien.

--¿Qué te parece?-- preguntó Tord al salir del vestidor en busca de su opinión.

Pero cuando salió, frente a él se encontró con Tom sosteniendose de la pared, miraba hacía el suelo y se podía ver como sus piernas temblaban de manera notoria.

--¡Tom!-- El noruego se alertó --¿Estas bien?-- preguntó una vez que llegó al lado de él.

--N-no me s-siento muy bien-- dijo Tom con la voz temblorosa y cuando levantó la mirada, Tord entendió todo.

Tom sentía su cara arder y sudor escurrir de su frente, ya no podía estar más tiempo de pié por lo que lentamente se deslizó hasta caer al suelo. Tord sabía que el menor había entrado en celo por lo que su olor no tardaría en llegar a nariz de más Alfas.

--¡Necesitamos a Edd!-- dijo Tord algo alarmado.