16.

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Semanas habían pasado desde el día del incidente como Edd lo llamaba para suavizar el asunto. Tom bebía demasíado es más, su rutina era la misma despertaba con resaca y bebía por la tarde terminando sumamente ebrio por las noches y cuando caía la madrugada el pequeño truco que había descubierto para poder conciliar el sueño, se le hizo costumbre, ocultando los cortes bajo sus mangas.

Y por el otro lado estaba Tord, qué el insomnio del que ya padecía se había apoderado de él, después del incidente, la culpa lo comía y su mente no lo dejaba descansar, ¿su secreto? Es que la falta de sueño le había provocado uno que otro desmayos en su habitación y cuando Matt o Edd preguntaban el porque el ruido de su habitación el simplemente respondía que había dejado caer algo cuando en realidad era su cuerpo desplomándose del cansancio.

Matt despertó temprano por la mañana y bajó las escaleras en busca del desayuno qué para su suerte Edd lo estaba terminando de cocinar.

--¡Ah Matt! siéntate justo he terminado-- habló Edd con una sonrisa en el rostro.

Matt tomó asiento y con los codos sobre la mesa se quedó pensativo unos minutos.

--Matt despierta, ¿Acaso no has dormido bien?-- preguntó Edd sirviendo un plato de omelette frente a él.

--Gracias Edd-- respondió Matt mirando su plato --¡No!, no es eso, es solo que estoy preocupado por esos dos-- habló refiriéndose a Tom y Tord.

Edd tomó asiento frente a él, colocó su desayuno sobre la mesa, y extendió el brazo alcanzando la mano de Matt que estaba sobre ésta.

--Yo también lo estoy Matt son mis amigos, pero lo que pasaron no ha sido fácil, tomando en cuenta los sentimientos que se ocultan entré si-- dijo Edd mientras su mano transmitía calma a Matt que se esforzaba por no verse nervioso.

El castaño y el pelinaranja sabían de los sentimientos de cada uno, tom hablaba demás cuándo estaba ebrio y Tord ¡bueno! Lo había dicho en el hospital.

--¡Si! creo que tienes razón, hay que darles tiempo eso es todo-- respondió Matt. Edd asintió con la cabeza y una sonrisa.

Comieron en silencio durante unos minutos hasta que una voz un tanto inestable irrumpió en la sala.

--Buenos días-- dijo Tom caminando y apoyándose de la pared.

--¡Tom! ¿bebiste de nuevo?-- preguntó Edd un poco molesto.

--¡Jaja! Si claro que si-- respondió riendo mientras buscaba cereales en la alacena.

--¡Debes parar te estás haciendo daño!-- dijo Edd preocupado y miró rápidamente a Matt.

--¡Oooooh Edd! No tienes idea-- dijo refiriéndose a los cortes que escondía bajo las mangas.

--A que te refie...--Edd no puedo terminar ya que fue interrumpido por otra voz.

--Buenos días-- mintió Tord pues no había dormido y este no tenía nada de bueno, había escuchado solo un poco de la conversación.

Tom miró a sus espaldas algo alertado al oír la voz y con la caja de cereales en una mano, se mantuvo estático, la tensión se sentía en el ambiente.

--Buenos días-- respondió Matt tratando de calmar la tensión.

El menor tomó la caja de cereales y salió de la cocina esquivando de manera notoria al mayor que aún estaba de pié en la entrada.

--¡Tom! ¿¡no comerás nada!?-- gritó Edd para que el menor que ya iba lejos lo escuchara.

--¡Siii llevo los cerales, comeré en mi habitación!-- gritó desde el piso de arriba y luego un portazo fue lo único que se escuchó.

Tord dió un suspiró de derrota, los presentes lo miraron con lástima.

--El está algo...-- habló Edd pero no se le ocurría nada --Dale tiempo Tord, no ha sido fácil para él tampoco-- dijo al fin.

El noruego no articuló palabra alguna simplemente tomó asiento pero sabía pues Tom le había dejado muy claro la indiferencia que ahora le tenía, para él parecia que ya no existía.

La mañana transcurrió tranquila y muy callada, más tarde Matt salió al Supermercado a comprar algunas cosas que hacían falta tanto en la cocina como en la casa en general, Edd no había ido con él pues había aprendido su lección desde la última vez que dejó a Tom solo con Tord, aún más que ahora sabía que era un Omega, eso cambiaba mucho las cosas.

Por otro lado Tord estaba en la sala viendo televisión la verdad su aspecto se veía poco saludable tenía grandes marcas rojas bajo los ojos que delataban días sin dormir, difíciles de ocultar por su piel clara y el mismo cansancio le impedía abrir los ojos completamente. Después de un buen rato de ver un programa muy aburrido sobre la naturaleza finalmente cayó rendido al cansancio, durmiendose en la sala.

Pasos se escucharon por la escalera, era Tom que bajaba con la caja de cereales que había subido a su habitación esa misma mañana, caminó junto al ya dormido noruego y aprovecho para verlo bien, en el pudo notar a simple vista las ojeras y siguió su camino hasta la cocina.

Sálvame » OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora