33.

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Tord se detuvo a mirar al menor cuando sintió que ya no seguía el beso.

--¿Tomi?-- lo llamó.

Tom ya hacía dormido a causa del esfuerzo de su cuerpo al eyacular por tercera vez y por mantenerse despierto a causa del alcohol.

El mayor río por lo bajo de manera victoriosa y movió al menor hasta dejarlo rescostado sobre el sofá y lo miró por última vez, se veía tan tranquilo mientras dormía y a la vez tan provocativo con el cabello revuelto y sin ropa bajo la cintura.

Ahí es cuando Tord se dio cuenta de lo que había hecho, el sabor a Whisky que había quedado en su boca tras el beso lo hizo recordar lo nublado que estaba el juicio del contrario, un sentimiento de culpa y traición lo inundó.

Corrió escaleras arriba en busca de ropa limpia para Tom pues la que traía estaba llena de sus fluidos corporales que lo delatarian, entró al cuarto del menor y encendió la luz.

Se quedó un momento contemplando la habitación ajena, no recordaba haberla visto nunca con la luz encendida y la realidad lo golpeó con el recuerdo de su última vez ahí dentro, la vez que había abusado a Tom.

Caminó rápidamente al armario tomó una sudadera azul marino de las muchas que había ahí dentro, unos boxers de uno de los cajones y un par de jeans que estaban por el suelo y se dispuso a salir de ahí.

Apagó la luz y volvió correr escaleras abajo con la ropa limpia.

Limpió a Tom con la ropa que ya hacía en el suelo y comenzó a colocar la ropa interior limpia y los jeans que fue una tarea un tanto más complicada pero apesar de ello el menor nunca despertó.

Se separó para visualizar el como había quedado colocada la ropa sobre el menor como si de esconder un cuerpo se tratara.

Se acercó a la camisa de vestir azul que portaba Tom, comenzó a desabotonarla y a retirarla poco a poco, su rostro se tornó a uno de intensa preocupación a la vez que llevaba una mano a su boca en señal de asombro.

Los cortes en ambos antebrazos sobre la piel de Tom resaltaban por lo pálido de su piel, algunos eran recientes aún con sangre cicatrizando dentro de ellas y otras totalmente cerradas que habían dejado una marca voluminosa sobre la piel a causa de la profundidad de la herida.

--Ooh Tomiee-- dijo Tord paseando la punta de sus dedos sobre uno de los brazos con extrema delicadeza, sus ojos comenzaban a humedecerse.

Depósito un beso sobre las heridas y se prometió a si mismo nunca abandonar al menor.

Colocó la sudadera azul en Tom y lo tomó en brazos con sumo cuidado, subió las escaleras y lo recosto cuidadosamente sobre la cama de su habitación.

Caminó hasta la puerta dañada de la habitación y antes de cerrarla al salir pronunció un --Descansa-- mirandolo por última vez.

Tord se dirigía a su habitación con la ropa sucia que pertenecía a Tom en sus manos, entró cerrando la puerta y la arrojó junto a su demás montón de prendas por lavar, debía recordar no entregar esa ropa a Edd cuando hacía lavandería o seguro que lo mataría.

Se dejó caer sobre su cama provocando el rechinar del colchón, suspiró recordando que había roto la promesa de no tocar a Tom pero ahora había una mayor preocupación creciendo dentro de él, los cortes en sus brazos.

Tom necestiaba ayuda de eso estaba seguro pero ¿porque? ¿Desde cuando? En sus recuerdos trataba de recordar cuando fue la última vez que vio al menor en mangas cortas, siempre usaba aquella sudadera azul por lo que no le era fácil.

¿Cómo le diría a Edd? No podía contarle lo que habían hecho, ¡No!, lo que él le había hecho, estaba seguro que el amante de la cola lo sacaría de la casa al no tener autocontrol. No sabía que hacer.

Estaba exhausto colocó su antebrazo sobre sus ojos y se dejó llevar por el cansancio, en segundos se quedó dormido.

Horas más tarde un Taxi se detuvo frente a la casa y de dentro salió Edd corriendo a la puerta principal a la vez que buscaba sus llaves en el pantalón de su traje, no lo negaría tenía un poco de miedo.

--¿Cuánto sería?-- preguntaba Matt al Taxista.

El castaño había dejado detras a Matt entrando a la casa y subiendo las escaleras rápidamente, se detuvo un minuto en el pasillo para poder escuchar, silencio y más silencio era lo único que se escuchaba pero eso no lo tranquilazaba del todo.

Con extrema cautela abrió la puerta de la habitación de Tord y el verlo dormido en la oscuridad sobre su cama lo tranquilizó, soltando el aire que había retenido en sus pulmones.

--Bien hecho Tord-- dijo Edd en un susurro.

Y se dirigió con más calma a la habitación de Tom, lo miró dormir y paso por alto un gran detalle, que el menor no llevaba la ropa con la que fue a la fiesta.

--¿Está todo bien?-- escuchó a Matt susurrar mientras subía las escaleras.

--Si todo bien-- respondió el castaño cerrando la puerta --Tenías razón al confiar en Tord, creo que fui algo duro con él-- dijo mientras caminaba hacía el pelinaranja y lo envolvía en un abrazo.

--Deberíamos ir a dormir ya es muy tarde-- habló Matt.

--Vamos-- afirmó Edd tomandolo de la mano, guiándolo a su habitación.

Sálvame » OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora