47.

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Tom miró a Tord a los ojos y recuerdos de cuando eran pequeños llegaron a su mente de manera involuntaria pues por primera vez en mucho tiempo juraría reconocer esa expresión sobre su rostro, estaba apunto de romper en llanto justo como cuando niños.

--¿Puedo ver?-- preguntó nuevamente.

El menor asintió levemente y su respiración comenzó un ritmo de cansancio.

Tord tras escuchar la afirmación tiró de la ahora sucia sudadera azul marino y efectivamente ahí estaba una mordida sobre su pálida piel.

Los chicos detrás de ellos mantenían su distancia pero miraban incrédulos, Edd se abrazaba a Matt y ahogaba sus sollozos contra su cuerpo.

El noruego miró la herida por varios segundos, la piel comenzaba a cicatrizar la sangre que había dejado de salir seguramente varios minutos atrás.

--Yo... Puedo retirarla-- exclamó muy serio sin apartar la mirada.

La vista de los presentes ahora se posaban sobre él y era difícil tratar de divisar una expresión precisa sobre cada uno de sus rostros.

--¿¡Cómo?! ¿De que hablas?---  preguntó Matt con un tono de esperanza en su voz.

Aguardó unos segundos para analizar nuevamente lo que había afirmado, tiempo en el cuál la tensión y la incertidumbre aumentaban como un volcán caliente dentro de sus estómagos.

--Es claramente la mordida de un novato-- explicó con cautela repasando en su mente sus propias palabras --Puedo sobre poner mi marca--.

Silencio y todos cruzaban miradas de sorpresa.

--¿Es-s eso posible?-- preguntó Tom curioso no quería hacerse ilusiones y luego tener que enfrentar la verdad de estar atado de por vida a un completo extraño, un criminal.

--Sí, estoy seguro-- afirmó y vió frente a él a su pequeño sonreír por sobre las lágrimas, aún que muy dentro de él dudará, lo intentaría --Es una mordida muy superficial se nota que es algo hecho con prisa--.

--¡Si Tord! por favor debés intentarlo-- pedía el castaño con preocupación.

--¿Qué dices Tomi?-- preguntó Tord --¿Quieres intentarlo?--.

El menor sonrió asintiendo numerosas veces y se aferró al cuello de el contrario en un abrazo algo torpe.

Sabía que debía ser lo antes posible pero no ahora, el Alfa estaba muy cansado como para dar de golpe un mordida certera y el Omega muy agotado para soportar el dolor.

--Pero ahora un baño y a dormir-- aclaró Matt tomando a su pareja de la mano ya un poco más relajados.

--Concuerdo-- afirmó Tord tras un pesado suspiro.

Y así a pasos lentos de cansancio ambos chicos llevaron a sus Omegas a sus respectivas habitaciones.

Tord entró a su habitación con el menor en brazos, cerró la puerta de entrada y se encaminó al cuarto de baño.

--¡Vamos Tomi! te daré un baño-- dijo sentando al menor sobre la tapa del retrete y alejándose para llenar la bañera.

Fue solo tras las palabras dichas que el menor reaccionó analizando con la vista aquél sitio que no era de su pertenencia.

--¿Cómo?-- habló Tom en un pequeño grito de sorpresa --Y-oo puedo hacerlo solo-- explicó.

El grifo del agua fue abierto provocando un pequeño ruido sordo al momento que la corriente de agua impactaba contra la porcelana blanca comenzando a llenar poco a poco el ambiente de una ligera bruma de vapor que escapaba a la habitación al estar la puerta abierta.

--No dudo que puedas hacerlo, solo quiero asegurarme que no tengas más heridas que no haya visto-- dijo Tord y el menor pudo divisar como fruncia el ceño y sus hombros se tensaban, sabía que estaba molesto, pero aun más molesto consigo mismo.

Tom no dijo nada solo se limitó a bajar la mirada a sus sucias manos y esperar a que la bañera se llenara.

--Muy bien Tomi el agua está lista-- dijo después de unos minutos y cerró el grifo.

--Tord de verdad yo puedo hacerlo solo-- habló nervioso cuando vio al mayor acercarse a él mientras retiraba su sudadera roja y la arrojaba por la puerta a algún un lugar de la habitación.

--Desvistete, esperaré afuera-- ordenó y salió recargandose en la pared junto al marco de la puerta.

No quería presionar al menor, por lo menos no a desvestirse frente a él dado la delicadeza de los previos acontecimientos.

Tom se puso de pié de su asiento sobre la tapa del retrete, quedó estático por un momento le daba mucha vergüenza el hecho de que Tord se ofreciera a darle un baño es decir él mismo podría hacerlo perfectamente pero aún así una parte de el en su interior tenía curiosidad y realmente quería aceptar la oferta.

Comenzó a retirar su sudadera y su camisa bajo ésta, sus jeans, Vans y finalmente la ropa interior mirándose rápidamente en el espejo sobre el lavabo.

--Maldición-- susurró para sí mismo al ver por primera vez su ojo izquierdo y la mordida sobre su cuello, comenzó a divagar en su mente tratando de recordar el momento en que dicha mordida sucedió pero todo estaba borroso aún.

--¿Estás listo?-- preguntó el Alfa del otro lado de la habitación provocándole un pequeño sobre salto.

--S-si yo...-- exclamó adentrándose rápidamente a la bañera caliente en un pobre intento por cubrirse.

El Omega miraba expectante en dirección a la entrada del cuarto de baño, un pequeño nudo se formó en su estómago al ver al noruego entrar por la puerta y de manera involuntaria cubrió su pequeño miembro con sus manos bajo el agua.

--¿Por qué el pañuelo?-- preguntó el menor cuando vió a Tord atar un pequeño trozo de tela por detrás de su cabeza cubriendo su nariz y parte de su boca, parecía un mafioso.

--Lo he humedecido con alcohol, esto debería vastar para que tu olor corporal no llegue del todo-- explicó el Alfa.

--¿Mi olor?-- estaba claro que Tom no comprendía aquello que por una buena razón el contrario no quería afirmar --Pero... no estoy en celo--.

--Tu no, pero yo sí--.

Sálvame » OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora