54.

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Tord se abalanzó sobre su Omega para envolverlo en un abrazo, ambos estaban muy felices y aliviados con la noticia.

Una marca que era temporal.

--¿Hay algún problema?-- preguntó Tom al mirar al hombre frente a él en una clara mueca de preocupación.

--¿Sabes por qué alguien te pondría una marca temporal?-- preguntó el Doctor mirando al Omega frente a él.

Ambos chicos se miraron un tanto confundidos por la pregunta planteada.

--Yo... no-- dijo Tom confundido encogiéndose de hombros --Es decir no tengo idea--.

El rubio estaba siendo sincero el realmente no sabía, todo había sido un accidente, no conocía a su atacante de nada.

Tal vez era un hombre viejo pero su presentimiento lo llamaba y le decía que aquél Omega de cabello rubio y ojos negros era algo que no había visto antes.

Una raza de Omega muy exótica.

--Muy bien era solo una pregunta-- habló el hombre cambiando radicalmente su tono de voz a uno más alegre y carismático, era obvio que no quería preocupar a la pareja.

--¿Tom se pondrá bien? ¿Tendrá mi marca?-- preguntó el noruego más animado.

--Si con la ayuda de algunos cuidados, esa marca demasiado brusca, estará bien-- dijo mirando a Tord como si fuera un pequeño reproche hacia el Alfa.

Después de una corta pero muy precisa explicación hacía el Omega sobre cómo cuidar, vendar y desinfectar su herida para que está sanara y se convirtiera en su marca definitiva; ambos chicos agradecieron al hombre y salieron del hospital.

El día soleado parecía ser parte de su buena noticia y así con un peso menos sobre sus hombros ambos chicos caminaron tranquilamente hasta el auto rojo estacionado a pocos metros.

--¡Dios! Edd y Matt se alegraran mucho con la noticia-- decía Tord animado desde el asiento del conductor mientras encendía el auto.

--Aah-- un grito de victora salió de la boca del menor quien se veía notoriamente más relajado.

Unos minutos habían pasado desde que se alejaron de aquel hospital y un agradable silencio se formó de camino a casa, el noruego de vez en cuando miraba al menor desde el rabillo del ojo y no podía evitar pensar la suerte que sentía al tenerlo como su Omega.

Había una duda que aún daba vueltas por su cabeza.

--¿Tom?-- habló Tord para tener la atención del menor quien miraba por la ventana con el rostro apoyado sobre su mano.

--Mmn-- respondió el menor más con un ruido que con palabras en realidad.

--¿Tu que piensas sobre aquello de la boda que ha mencionado Matt?-- preguntó el noruego de manera directa y sin dudar.

El Omega abrió los ojos parpadeando un par de veces, la pregunta lo había sacado de sí y la verdad es que había olvidado por completo lo dicho por el pelinaranja hace ya unos dias, su mente se había enfocado de lleno en resolver el problema de la marca, era obvio que no se casaría si no tenía la marca del Alfa correcto.

--No he tenido tiempo de pensarlo-- exclamó por lo bajo no quería lastimar a Tord.

--Ya veo-- respondió el mayor un tanto distraído.

--Pero me parece una gran idea-- habló Tom más animado aún que intentara esconder su felicidad con indiferencia.

¿Por que diría que no? El problema de la marca se había solucionado algo por fin le salía bien.

El Alfa sonrió amplio con la vista a al volante.

--¡Paul y Patryck no me lo van a creer!-- exclamó alegre.

Minutos después el auto se detuvo en el garaje, el motor apenas estaba apagándose cuando en el lindar de la puerta ya se encontraban Edd y Matt con los ojos muy atentos a las expresiones faciales de los chicos que cerraban las puertas del auto rojo.

--¿Que ha sucedido? ¿que?-- preguntaba Edd con preocupación y nerviosismo al ver los rostros inexpresivo de sus amigos.

Tom y Tord cruzaron miradas inexpresivas, sabían que estaban siendo muy crueles.

--¡Se queda la mía!-- grito el Alfa con alegría levantando los brazos al aire y formando puños en sus manos en señal de victoria.

Ambos chicos dirigieron su atención hacia el Omega rubio como si necesitaran más de una afirmación para creer posible lo que el nórdico afirmaba.

Tom solo los miró de vuelta cruzó los brazos y asintió con la cabeza mientras que una leve sonrisa se dibujó sobre su rostro.

--¡Al fin!-- exclamó Matt con alegría echando los hombros hacía el frente como si hubiese estado cargado algo con mucho peso --Toda esta tención me estaba volviendo loco--.

El amante de la cola no dijo palabra alguna y se precipitó a correr hasta envolver en un abrazo al menor de todos.

Tom hundido su rostro en el hombro de su amigo, el castaño sintió el agarre del contrario intensificarse a la vez que lágrimas de alegría descendían de esos ojos negros tan característicos.

Una marca temporal.

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2020 ⏰

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