49.

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El día estaba muy nublado, la lluvia caía suavemente sobre el césped de la entrada de casa.

El Alfa se despertó con un sonoro bostezo sintiendo leves punzadas en el cuerpo debido a la pelea de ayer.

--Debes comer algo-- escuchó la voz del pelinaranja desde la proximidad de la cocina.

--No, Matt es todo mi culpa--

Tord se puso de pié esquivando sus jeans y boxers sucios sobre el suelo, que gracias al baño que le dio a Tom ayer ahora estaban llenos con sus propios fluidos corporales.

--Buenos días-- anunció el Alfa al irrumpir en la cocina con las manos dentro de su sudadera roja para ocultar su erección señal de su ciclo de celo.

Dentro de la cocina se encontraba Matt y Edd esté último sentado frente a un plato de tocino acompañado de tostadas y un jugo de naranja todo aquello preparado por su pareja.

--Tardes-- Dijo Edd con un tono y rostro desanimado.

--Buenas tardes-- respondió Matt alegre --¿Tord? ¿Acaso esos son míos?-- preguntó señalando la ropa interior que portaba el recién llegado.

--Si lo siento era lo único limpio en el cuarto de lavado-- explicó el porqué de los boxers violeta que no le pertenecían --Me quedan apretados ¿sabes a lo que me refiero?-- habló con sarcasmo.

--¡Hey!--

--Tord ¿cómo sigue Tom?-- preguntó Edd quien se había mantenido en silencio.

--Termina tu desayuno y te responderé-- el noruego pudo notar la preocupación y el miedo en los ojos ajenos, para que hablar si las cosas seguramente seguían igual.

Los chicos se sentaron a desayunar o lo que ellos llamaban desayuno a estas horas de la tarde, el reloj dictaba las 6 de la tarde, nadie en la casa se daría la tarea de despertar a Tom pues sabían lo mucho que dormía y debido a los previos acontecimientos no era para menos.

Tord hundía con ayuda de la cuchara metálica las escasas donitas multicolor que aún flotaban dentro de su plato de cereal.

De un momento a otro un olor muy fuerte invadió su olfato activando sus sentidos, principalmente aquellos que a veces le eran tan difícil de controlar, su sentido de reproducción.

--¿Edd acaso er...-- la pregunta de Tord fue interrumpida.

--No-- respondió el amante de la cola sabía lo que el noruego preguntaría por que el también podía percibir aquél fuerte aroma.

Ambos chicos intercambiaron miradas por unos segundos como si supieran la respuesta que tenían miedo de pronunciar en voz alta.

--¿Que pasa?-- preguntó Matt confundido.

Pasos comenzaron a escucharse por la escalera y un silencio sepulcral inundó la estancia.

--Buenos días-- habló Tom frotando sus ojos al ingresar en la cocina.

El fuerte sonido del rechinar de una silla contra el suelo alertó a los presentes, Tord quién había saltado de su asiento con desesperación ahora se encontraba en el extremo opuesto de la cocina.

Sálvame » OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora