Tom despertó tarde por la mañana, tenía un dolor de cabeza increíble consecuencia de la resaca de la noche anterior, juntó las pocas fuerzas que tenía y se puso de pié.
Bajó las escaleras rápidamente en busca de unas pastillas para el dolor que guardaba en la cocina, colocó dos pequeñas pastillas blancas sobre la palma de su mano, las empujó hacía su boca y bebió agua de manera desesperada.
Recuperó el aliento perdido a causa de beber a esa velocidad y caminó con pesadez hasta uno de los sofá de la sala.
Estaba a punto de sentarse cuando un pequeño dolor agudo en su parte baja lo detuvo.
--¡Agh! ¡¿Que?!-- se quejó para si mismo en voz alta. Aún no recordaba.
Estaba a punto de quejarse por segunda vez cuando escuchó una voz frente a él.
--¿Tom estás bien?--.
El chico castaño oscuro frente a él lo miraba inexpresivo, calculando cada uno de los movimientos ajenos, Tom no sabía cuanto tiempo llevaba ahí.
--¡Edd! Joder que susto-- dijo el menor, dejando su cuerpo caer sobre el sofá evitando una mueca de dolor --¡Buenos días! Si, si estoy bien--.
Los recuerdos de la noche anterior llegaron a él algo tarde, evitó como pudo el sonrojarse frente al amante de la cola pero la vergüenza que confundía con humillación lo comían por dentro.
Ambos chicos que permanecían en silencio hasta ahora voltearon su atención a unos sonoros y apresurados pasos que bajaban la escalera.
El noruego detuvo su andar una vez llegó al piso principal, volteó la mirada a la sala de estar y un pequeño sentimiento de miedo sumado a un leve escalofrío recorrió su espalda al ver frente a él a un Edd totalmente serio mientras que Tom miraba el suelo evitando contacto visual, la escena no se veía nada bien. Creyó estar en problemas.
--Buenos días-- saludó irguiendose de manera confiada, sus genes de Alfa eran visibles.
--Tom, ¿que pasó ayer?-- preguntó Edd mirando al mencionado provocando que levantara la mirada del suelo.
Tom lo miró, Edd no parecía enojado más bien estaba preocupado y el menor agradeció mentalmente.
--Yo...-- comenzó a hablar Tom para evitar alargar el silencio y que esto se viera sospechoso, no sabía que decir.
Miró detrás del amante de la cola a Tord moviendo una mano al aire en una clara negación mientras que la otra estaba posada sobre su boca en una expresión de guardar silencio.
--Yo estaba muy cansado así que me fui a dormir-- dijo cambiando su tono de voz a uno más seguro de sí mismo a la vez que indiferente.
Edd miró a Tord detrás de él, lo analizó unos minutos para luego sonreír y pronunciar un alegre --¡Está bien!, Buenos días Tord--.
El mayor podía jurar que notables gotas de sudor frío resbalaban por su frente y suspiró aliviado ante la respuesta tanto de Tom como de Edd.
--Chicos preparé el desayuno-- dijo alegremente el castaño.
--Te ayudaré-- agregó Tord, quería mostrarse útil a pesar de no tener mucha experiencia en la cocina.
Los chicos entraron a la cocina dejando a Tom en un lío de sentimientos en el cual para él predominaba la vergüenza.
El menor recordó todo de aquella noche, el como él de su propia boca le pidió a el Alfa que le mostrara el placer y el como las acciones del contrario lo afectaron de manera positiva en su anatomía.
La temperatura de su rosto se elevó ¿cómo era posible que permitiera al mayor hacer aquello? Y lo peor de todo para él era que nunca le pidió que se detuviera, realmente le había gustado aquello.
Miró de manera disimulada el sofá rojo más grande de la sala de estar, aquel en el cual la noche anterior había hecho de sitio romántico y lujurioso para ambos.
Se maldijo a si mismo por lo bajo y apartó todo recuerdo de su mente, tomó el control de la T.V, buscó algo que ver mientras esperaba el desayuno y a que las pastillas que había tomado antes hicieran efecto.
Pasaron treinta minutos y el chico pelinaranja bajó por las escaleras aún algo adormirlado.
--Buenos días-- saludó a todos una vez dentro de la cocina.
Tord y Tom respondieron a su saludo de igual manera, pero su pareja alcanzó sus labios rápidamente en un implícito saludo de buenos días a lo que Matt respondió siguiendo aquel gesto incluso cuando el contrario buscaba separarse, no por que no le gustara si no por el hecho de estar frente a uno de sus amigos de la infancia.
Una pequeña risa salió de parte del Alfa al ver a aquellos que parecían ser tan inocentes pero que ahora estaban perdiendo un poco el control frente a él.
--P-perdona-- habló Edd avergonzado logrando separar a el Beta de sus labios.
--¡No no por favor sigan!-- exclamó en forma de broma Tord, no le molestaba en lo más mínimo pues eso no se comparaba a las imágenes explícitas de aquellas revistas japonesas que compraba.
Los cuatro chicos desayunaban, tres de ellos conversaban y reían sobre algunos momentos de la fiesta de la noche anterior pero el menor de todos estaba sumergido en sus pensamientos, ajeno a la conversación frente a él.
No podía sacar de su mente las acciones del mayor sobre su cuerpo y aquel extraño placer que le produjo.
Le había gustado y mucho, finalmente lo aceptaría pero no podía evitar que una parte de él se sintiera humillada y débil, sabía que esto era causa de la personalidad que había formado a lo largo del tiempo, tiempo en el cual su vida era más simple que preocuparse por celos de Omega o supresores.
--¿Tom?-- escuchó una voz a la distancia --¿Estás bien?--.
Tom levantó la mirada de su plato del desayuno y sintió como inconscientemente había estado frunciendo el ceño, miró a Edd que lo llamaba y todos los presentes lo miraban a él.
--¡Si si! estoy bien-- dijo el menor no muy convincente.
Había recordado algo, algo de suma importancia que debido a la costumbre no lo notó horas antes. Era un maldito descuidado.
Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Aquella no era la ropa con la que llegó de la fiesta.
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Sálvame » Omegaverse
Fanfiction°OMEGAVERSE. °TomTord principalmente. °MattEdd un poco. °R18. El porno une al mundo. °Personajes de la serie animada "Eddsworld" propiedad de Edward Gould. °Dibujo de portada "Rinktrash".