—¿Qué hacían?—Juliana no venía sola, su madre nos miraba divertida.
Macarena me miró buscando una respuesta pero yo estaba bloqueado de la vergüenza.
—Nada, yo, yo, no, no, nosotros...—se quitó la corona de flores que traía puesta—Joaquín se quería probar la corona—me puso la corona de flores y asentí. La niña rio.
—Pareces un sapo—se burló y achiné mis ojos. ¿Matar a una niña era ilegal?
Macarena la imitó y volvimos a la tarea anterior. Terminamos y me ofrecí a llevar a Macarena a su casa.
—No, es bastante tarde, andá a descansar—dijo negándose.
—No me molesta—repetí por milésima vez, hace media hora le estaba rogando llevarla a su casa.
Bufó mirando hacia arriba. Sonreí satisfecho.
—Sos terca.
—Sos un chanta—dijo y reí.—Voy a avisarle a Elena que vos me llevas.
Puse mi auto en movimiento y la esperé. Entró junto a ese olor a flores que siempre la seguía.
Mi buzo le quedaba grande, así que las puntas de sus dedos apenas aparecían por las mangas. Conduje lento, porque me gustaba que estuviésemos solos. ¿Acaso ella había sentido lo mismo que yo? Porque no iba a negar que casi nos besamos.
El guardia del country nos dejó pasar cuando vio a Rena. El viaje se me había hecho demasiado corto.
Detuve el auto frente a las casa.—Mi hermanastra puede ser un toque pesadita—dijo y sonreí.
¿También se había quedado con ganas?
—No importa, es una niña—hablé. Me miró completamente roja.
Me acerqué y ella hizo lo mismo.
Puso su mano en mi mandíbula. Mis ganas de besarla habían aumentado al igual que los latidos de mi corazón. ¿Cómo con cualquier beso, no?
La luz de la calle apenas me dejaba ver su bocaMe sobresalté con los repentinos golpes en la ventanilla. Rena me miró confundida.
Abrió la puerta de su lado que eran donde sonaban los incesantes golpes.
—¡Rena! Veni, quiero que me leas un cuento—la mocosa de nuevo. Ah no, yo la mataba.
Macarena me miró apenada pero después sonrió.
—Ya voy, andá llendo—le señaló la casa a la niña.
La niña salió corriendo no sin antes gritar un apurate.
Rena volvió su vista hacia mí. Me sonrió con timidez y rubor.—A vos te queda mejor—señaló mi cabeza.
Uff... Que boludo.
Me había olvidado de que llevaba la ridícula corona de flores en mi cabeza.
Me la quité y se la entregué.—Ya me tengo que ir—su vista estaba pérdida en la corona que le había entregado.
—Nos vemos—me acerqué y levanté su rostro para poder verla a los ojos. Ella me ganó y se apuró a besar mi mejilla y a salir del auto.
¿Estaba escapando de mí?
Narra Macarena:
Sí, me había escapado de Joaquín. Me daba miedo besarlo, porque eso implicaba un montón de cosas. Aparte yo no era una experta besadora e Ian me había advertido de como son los fubolistas respecto a eso.
Subí hasta la habitación de Juliana y me acerqué a ella con el libro infantil que había elegido.
—Por fin, ¿Estaban fabricando un bebé o qué?—me hizo lugar en la cama para que me sentara junto a ella.
—No—Reí— Estábamos hablando.
—Igual, se nota que te tiene unas re ganas el pibe...—la miré sorprendida—¿Qué? Es verdad.
—No digas esas cosas Juli...
—¿Vos te pensas que se hubiera bancado un cumple lleno de mocosos si no te tirara onda?—buen punto.
—Es mi amigo—hablé segura. Bueno, no tanto.
—Ponele, igual te salvé dos veces. Eh.
—¿Me salvaste?
—Sí, no me cae bien— se encogió de hombros.
—¿Te vine a leer el cuento o a hablar de mi vida sentimental?—inquirí nerviosa.
—De lo que vos quieras, a mí me da igual.— Respondió con total tranquilidad.
—Mejor leamos el cuento...—Abrí la tapa y ella se acomodó mejor—... Había una vez un reino...
Ni supe el momento en que estaba en los brazos de morfeo cabalgando en mis sueños. Me desperté adolorida y un poco confundida porque no estaba en mi habitación. Bajé a desayunar después de asearme un poco.
—¿Y eso de quién es?—fue lo primero que preguntó mi padre al verme en el desayunador.
—Buen día Rena, buen día pa—ironicé.
Elena me extendió una tasa de café con leche y le agradecí.
—¿De quién es eso?—me preguntó. Miré mi torso y me di cuenta de que aún llevaba el buzo de Joaquín.
—De Ian...—mentí, corrí hasta mi habitación.
Me saqué el buzo y lo pegué a mi nariz para sentir el perfume varonil que tenía.
Pasé el medio día boludeando con Juli hasta que llamé a Carlota, ella estaba un poco al tanto de lo que sucedía con Joaquín así que empezó con su cuestionario sin pensarlo dos veces.
—¿No chaparon? Ah. No. Yo te mato, Macarena—chilló.
—Bueno, che. Aparte no se dio el momento—hablé dudosa y sintiéndome peor que antes.
—Si yo fuera vos, con o sin momento lo violo hasta que quede deshidratado—dijo y reí llamando la atención de la pequeña que jugaba con los ladrillos Lego.
—Vos violas a todo el mundo—bromeé.
Un mensaje en WhatsApp hizo que terminara la llamada con Carlota.
Joaquín:
Buenas😚Rena:
Holi👐Joaquín:
Euuu, vos tenés mi buzo?Rena:
Si, ups...Joaquín:
Mejor... Así tengo pretexto para verte😌Rena:
Jssskksjsss
😊😊😊😊
Igualmente no necesitas pretextos, el sábado tengo práctica de hockey, podes ir a verme si querés😊Joaquín:
Ah dale,voy a ir... Si es que me aguanto hasta el sábadoRena:
Me pones como 🍅Joaquín:
😂😂❤Sonreí nerviosa y llena de una cosa rara que me provocaban esos mensajes por más idiotas que se vieran.
☁☁☁
Capitulito diario📰
Ahre re cualquiera el capítulo😰😰Weno... Igual peor es nada, ahk la mataban a patadas a la escritora😂😂👊 el Internet me anda mal así que perdón si se sube con fallas.
Bueno, V O T E N Y C O M E N T E N💖 QUE ALARGA LA VIDA DE LOS GATITOS 🐱💘
NOS LEEMOS PRONTO!💌
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Unreal | Joaquín Correa
FanfictionPorque todo lo que viví fue Irreal. 『♕;;🌙』NC-17 『♕;;🌙』Fecha original: 21/01/18