Chapitre sept

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25 Avril, 1925
France

Cuando Liam aparcó su coche de nuevo frente a su château, yo sentía que el corazón se me iba a salir del pecho. No podía creer que estuviera a punto de entrar en la casa de aquella mujer, que tanto me detestaba; y del hombre que abusaba de mí, para anunciarles que iba a casarme con su hijo. Liam, ajeno a todos los pensamientos que estaban recorriendo mi mente, y completamente emocionado, bajó del coche, viniendo a abrir mi puerta. Me hizo un gesto con la mano para ayudarme a bajar del vehículo y, cuando lo hice, se puso a caminar hacia la puerta.

— Liam, espera... – murmuré, deteniéndole antes de que abriera.

— ¿Qué pasa, mon trésor? ¿Te encuentras bien? Te has puesto pálida de golpe.

— No sé si es buena idea decírselo ahora a tus padres.

— ¿Y cuándo quieres que se lo digamos? – rió – Tendrán que ayudarnos a preparar la boda.

— Liam... no les va a gustar que te cases conmigo. Lo sabes, ¿verdad?

— Estoy seguro de que no les importará, Chloé. Ellos querrán que yo sea feliz, y no hay persona en la tierra que me pueda hacer tan feliz como tú lo haces.

— Pero somos de distintas clases sociales, Liam... sabes lo mucho que tu madre valora eso. Seguro que ella querría que te casaras con alguien de la socialité.

— Pero yo estoy enamorado de ti, no de ninguna chica de la socialité.

— Tengo miedo de cómo van a reaccionar a la noticia, Liam. Eso es todo... – suspiré – No sé si puedo hacerlo.

— Chloé, ma petite, no puedes tener miedo de todo... – murmuró, recordándome las sabias palabras del último día en que había visto a Béatrice, casi un mes atrás – Por favor, confía en mí. Voy a estar a tu lado, y me va a dar igual lo que mis padres opinen... ¿está bien? Yo voy a seguir contigo, y voy a casarme contigo. Pase lo que pase.

— Está bien... – acepté, con un suspiro.

— Gracias, mon trésor. Te adoro – susurró él, con una sonrisa, acercándose a besar mi frente –. Vamos.

Liam enlazó su mano delicadamente con la mía, sujetándola con fuerza; antes de adentrarse en el château. Una vez llegamos al salón, me dijo que le esperase allí, por lo que fui a tomar asiento al sofá, sentándome correctamente e intentando verme elegante y educada. Poco después, vi a Liam regresar junto a sus padres. Él se quedó de pie, junto a mí, pasando su brazo por encima de mis hombros; mientras que su madre se sentó en el hueco libre en el sofá y su padre tomó asiento en la butaca que había junto a ella.

— Madre, padre... Chloé y yo tenemos algo que decirles.

— No te molestes, Liam – le interrumpió su madre, agarrando mi mano, que había estado descansando sobre mis piernas, y mirando el anillo que brillaba alrededor de uno de mis dedos –. ¿Le has pedido matrimonio?

— Así es, madre. Estoy realmente enamorado de Chloé, y me hace muy feliz. Por lo que he decidido hacerla mi esposa. Sé que es la mujer de mi vida, así que no quería esperar más.

— No puedes casarte con ella, Liam – negó su madre, dejando caer mi mano, con desprecio.

— ¿Perdón?

— Tu madre tiene razón – habló su padre –. Chloé es pobre, y de dudosos orígenes. Su hermana es una prostituta... ¿quién sabe lo que ha hecho antes de conocerte? O quizás siga haciendo.

— Yo nunca he trabajado en la calle, señor Langlais – me defendí, sintiéndome ofendida por aquellas palabras.

— ¿Sabes lo mal que afectaría a nuestra reputación que la gente supiera que tu prometida fue prostituta? – siguió su madre.

Sinful loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora