#MiGuardaespaldas [TERMINADA]

XIII

Anónimo :

Estaba acostada en el sofá, fumando un cigarro mientras esperaba a este par de idiotas, hace media hora debían estar aquí con la niña.

El timbre me hizo dar un respingo, le di una última calada a mi cigarro y lo abandone en el cenicero y me dirigí a la puerta.

Al abrirla me encontré con un gordo idiota temblando frente a mí.

- Perdón jefa - Dijo temblando y allí pude entender que no puedo confiar en nadie, ni pedirle nada a nadie, que si no lo hago yo, nadie lo hace - A Franco lo mataron - Dijo tembloroso y con la voz entrecortada.

- !No me importa ese idiota! - Grite y este se sobresaltó - ! No sirven para nada! - Agregué.

Me acerque a el y pose sobre su barbilla mis uñas largas y rojas, comencé a rasguñar su rostro.

- Acabaré contigo en menos de un segundo, pedazo de idiota - Dije y acto seguido saque de mi bolso mi five seven y le dispare tres veces en el pecho - Después me encargaré de ti - Dije pateando su cuerpo - Tengo cosas más importantes que hacer - Dije encendiendo otro cigarro.

Jaqueline:

¿Niña?¿Le parezco una niña? ¿Me ve como una hermana menor? Si seguro a tu hermanita le sacas la ropa como a mí, a tu hermanita menor la besas con tantas ganas como a mí, si seguramente le haces todo eso. Repetía en mi cabeza varias veces, mientras daba vueltas por toda la habitación.

Dios ¿Porque me molesta tanto? No debería ¿O si? ¿Porque le doy tanta importancia?

De repente me encontré mirándome al espejo ¿Y si es mi culpa? Claro que lo es, mírame estoy horrible, gorda y espantosa, era muy obvio que me rechazaría siendo así, lo único que doy es asco, mucho, mucho asco.

Vi la puerta del baño de mi cuarto, me mire una vez más y no dude en hacerlo, entre y me puse de cuclillas frente al inodoro, sostuve mi cabello con una mano y con la otra me ayude a vomitar y eso hice. Al terminar, me cepille los dientes y salí de mi habitación.

Agarre mis cosas y me dirigí al patio a leer y por ende estudiar un poco.

Al llegar me encontré con Charly en la piscina, reposando sus brazos sobre la baranda que separa la alberca del patio, me miró de reojo y siguió en su mundo.

Yo me escabulli entre mis libros y me coloque mis auriculares en mis oídos, me senté bajo la sombra de unos cuantos árboles que habían alrededor y así estuve un largo tiempo....