- ¡NO DOPY, NO! – Al escuchar eso baje del auto inmediatamente y me encontré con una nena de quizás 5 años.
Muy adorable con sus dos coletas rubias en la cabeza y una vestimenta común de una nena de esa edad, tenía sus dos manos en la cara, tapándose los ojos y la escuche sollozar. Puse mis ojos en ese tal “Dopy” se trataba de un pequeño peludo color blanco, pude ver que una de las ruedas piso una de sus patas trasera. No soy muy amigo de los perros, pero este será la excepción, solo por hoy.
Entre al coche, retrocedí un poco y volví a bajar del coche. Mire a la niña y seguía con los ojos tapados llorando, al igual que el dichoso perro.
- Niña – Dije sin sonar rudo y quito sus pequeñas manos de su rostro y ver sus lágrimas me partió el alma – Prometo que estará bien – Dije arrodillándome para ser de su altura, ella solo asintió con la cabeza – Lo llevaremos al médico ¿bueno? – Pregunte tranquilo.
- Dopy odia los médicos - Dijo con una voz muy tierna y sus lágrimas no dejaban de salir de sus pequeños ojos celestes.
Esta niña tenía un poder para tranquilizarme impresionante, en otra ocasión hubiera mandado a la mierda al perro por ser tan llorón, a ella obviamente no, pero a ese estúpido animal sí.
Mire a la niña – Deberá amarlos a partir de hoy – Dije tratando de sonreír tiernamente. No me salió – Ayúdame a subir al perro al coche – Dije tratando de hacerla sonreír. No funciono.
- No le digas así – Dijo molesta, haciéndome recordar a Jaque cuando se molesta por algo o con alguien, ósea yo. Sonreí – Se llama Dopy – Dijo con su voz chillona – Mama no me deja hablar ni subir a los coches de personas desconocidas – Dijo cruzando sus pequeños bracitos. Tiene sentido, veo que es una nena inteligente.
- Bien - Dije tratando de no ser rudo y rasque mi cabeza – Haremos esto – Dije volviendo a ponerme de cuclillas y sacando mi celular del bolsillo de mis pantalones – Llamaremos a tu mami y le diremos a donde vamos – Agregue tratando de sonar dulce - ¿Te parece bien? – Finalice.
- Me parece bien – Dijo tratando de sonar como una adulta, lo cual me pareció muy tierno.
Eso no quiere decir que quiero hijos en un futuro, no señor, eso no es para mí.
Ella marco el número de su madre, le aviso donde estábamos y adonde íbamos, luego colgó y me devolvió el celular.
- Me dio permiso para estar un rato, ella va a llegar tarde – Dijo subiendo al coche y asentí con la cabeza. Acto seguido metí al perro al auto.
Mientras manejaba hacia el veterinario me pregunte ¿Por qué la madre no estaba con ella? ¿Por qué la dejo sola con un salvaje como ese animal?
- Niña – Dije llamando su atención.
- Tengo nombre – Dijo molesta – Mi nombre es Marian – Dijo acariciando a su Dopy.
- Está bien – Dije rodando los ojos – Marian – Dije y sonrió - ¿Tu madre? ¿Dónde está? – Pregunte.
- Mi madre está trabajando, trabaja de maestra de primaria – Respondió tranquila.
- Ah – Respondí.
El resto del viaje se quedó callado y lo agradecí internamente. Al llegar me ayudo a abajarlo (obviamente yo hice todo el trabajo) y nos dirigimos a registrar a… ¿Doby? Para que lo atiendan rápido.
De repente vi que Marian salió corriendo gritan “Mama”, dirigí mi vista hacia donde ella corrí y con lo que me encontré me sorprendí…
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#MiGuardaespaldas [TERMINADA]
RandomEl era un guardia que tomaba muy en serio su trabajo y ella era solo una adolescente en busca de una nueva aventura.