Epilogo:
Narrador omnisciente:Jacqueline Cooper salió de la habitación y con los ojos aguados se dirigió al ascensor para bajar a planta baja y al encontrarse sola se permitió llorar.
Lloro porque entendió que lo había perdido, porque se sintió una estúpida al entregar su cuerpo, su vida entera a un hombre que no se dejaba querer, que no se permitía sentir por miedo a que lo lastimen, se sintió desvalorizada al notar que su amado no había notado lo que ella hizo por él y le dolió darse cuenta de que el no viniera por detrás para pedirle que se quedara y prometerle que cambiara, se sintió usada al creerse el remplazo de aquella mujer que un día se fue.
Y tenía razón de sentirse así ¿no es cierto?
Había perdido a su padre por un amorío de adolescentes, había perdido su libertad al sentirse una prisionera dentro de su castillo y entendió que quizás Charly Wilson no era su príncipe azul, que quizás él no la iba a salvar de su vida tan monótona y aburrida, ni de su pasado convertido en un trastorno alimenticio. Ella comprendió que todo este tiempo estuvo enamorada del dragón que cuidaba a su princesa para que jamás sea libre y feliz.
Pero ¿Realmente era así?Al llegar a planta baja vio al recepcionista y seco sus lágrimas con el torso de su muñeca, respiro hondo y se acercó.
- ¿Cómo estuvo su hospedaje? – Pregunto el recepcionista sin mirarla siquiera.
- De lujo – Se limitó a decir, pero su voz salió rasposa.
El tipo levanto la mirada y dejo a la vista una placa con su nombre que posaba sobre su camisa.
- ¿Por qué las lágrimas entonces? – Pregunto al observar mis mejillas rojas –Esas no parecen de felicidad – Comento.
- Ese no es su problema señor ¿Leandro? – Jacqueline se limitó a responder - ¿Cuánto es? – Pregunto sacando de su cartera una billetera.- Sebastián – Corrigió – No es mío el uniforme es de u compañero – Aclaro –Y de echo si es mi problema – Continuo – Trabajo para satisfacer las necesidades de las personas que deciden hospedarse en este lugar – Finalizo de mala gana – Pero si le sirve de algo para dejar sus lágrimas a un lado, su residencia en este hotel será saldada por mí.
- No hace falta – Hablo Jaqui -¿Cuánto es? – Volvió a preguntar.
- Le digo enserio señorita – Dijo Sebastián - Si usted lo desea, puede retirarse –Finalizo.
Sin ganas de seguir discutiendo ella decidió retirarse.
Tomo el primer taxi que apareció ante sus ojos y se dirigió a su hogar para buscar sus cosas y largarse a un viaje a Europa y no volver más. Aun tenía un dinero que su padre había dejado en su tarjeta de crédito, eso ayudaría por un tiempo después trabajaría para soldar sus gastos y caprichos.
Charly salió corriendo del hotel al daré cuenta que el amor de su vida e marchaba ante sus ojos y se detuvo en seco al verla subir a un taxi. En cuestión de segundos corrió a su coche, el sabia que se ira a su casa. El sabía que si le pedía de frente que se quedara ella lo haría, porque también sabía que ella lo amaba tanto como él la amaba a ella.
Pero el destino s puso en contra de esto y el coche se detuvo en pleno tráfico y empezó a humear el capote. Wilson molesto tuvo que bajar del auto.
- ¡Maldición! – Chillo cerrando la puerta del piloto con fuerza - ¿Alguien que sea mecánico por favor? – Grito con fuerza – Necesito recuperar a mi mujer – Dijo en un tono de súplica.
Un buen hombre bajo de su coche sacándose la camisa y dejándola a un lado y e posiciono en frente.
- ¿Qué abras echo para estar siguiendo a tu mujer de eta forma? – Pregunto riendo - ¿Me permites? – Pregunto y Wilson asintió.
Las bocinas no dejaban de sonar y eso lo desesperaba a ambos.
El tipo de abdominales marcados término con el coche, solo era un motor sobrecalentado. Ambos se subieron a su recibo coches y se retiraron.
Charly maldijo una vez más al darse cuenta de lo lejos que se encontraba. Tardo tres horas en llegar entre tráfico y tráfico, pero lo logro. Bajo del coche lo más rápido posible, toco la puerta con desesperación y hasta que alguien abrió la puerta.
- Señorita Cooper, tengo que confesar que la amo y que no podría vivir si no es a su lado – Se apresuró a decir y abrió los ojos como platos a encontrare con su antigua suegra.
- Me siento halagada pero no eres mi tipo – Dijo la señora entre risas.
- Necesito hablar con su hija – Hablo Charly.
- Lo siento mucho pero su vuelo salió hace dos horas – Dijo con una mirada de lastima.
- ¿A dónde fue? – Tirando su esperanza de recuperarla a la basura.
- Si lo sabría te lo diría cariño – Dijo la señora dándole una caricia en su mejilla.
Y ese fue el final de una hermosa historia de amor entre un simple empleado y una chica millonaria se enojaron.
¿Muy cliché cierto?
ESTÁS LEYENDO
#MiGuardaespaldas [TERMINADA]
RandomEl era un guardia que tomaba muy en serio su trabajo y ella era solo una adolescente en busca de una nueva aventura.