Secretos e Intrigas

203K 18K 1.9K
                                    


Lo había sabido. Hasta cierto punto yo estaba consciente de que mi arreglo con Ryan era uno nacido por conveniencia, aunque no supiera yo en que le beneficiaria a él.

Cuando había llegado a mi vida, lo había hecho con intrigas y violencia. Se supondría que yo sería nada más que un pedazo de carne, vendida como una zorra a las manos de un Lobo sin escrúpulos para mantener a salvo las tierras del instituto a cargo de Rogers, pero Ryan no había sido lo que esperaba.

Era un imbécil, volátil e impredecible pero no era el pervertido que yo creía, de hecho no parecía interesado en mí en la menor manera, excepto para hacerme su Mate lo cual no tenía sentido. ¿Por qué pedirle a una completa extraña, y una Delta en ese caso, que fuera su mate? Sabía que tenía sus razones, que había algo allí que no me quería contar pero cuando amenazó a Jason no había tenido otro remedio más que aceptar su ridícula demanda y firmar el contrato que nos vincularía por siempre como Mates.

Después de ese día no nos había dejado a Jason o a mí fuera de su vista pero... había cumplido su promesa, de cierta manera. Siempre y cuando no intentara escapar, él me dio todo en cuanto pudo y yo había pasado mis días creyendo que así sería mi vida, viviendo encerrada como un pajarito en una jaula dorada con todo lo que el dinero podía comprar excepto la libertad que tanto anhelaba.

Yo sabía que Ryan tenía sus motivaciones ocultas y estaba más que consciente de que nuestra relación jamás llegaría a ser aquella de los verdaderos Mates, de esas personas que darían todo por el otro, que se amarían incondicionalmente sin importar que. Yo sólo quería que él no le hiciera daño a Jason y que se alejara de mí lo más posible. Si no lo hubiera vuelto a ver en aquellos primeros días de mi llegada a la casa de la playa, hubiera sido feliz.

Pero comienzo a darme cuenta de que eso no fue tan así, que ese maldito de ojos verdes de alguna manera y con su insufrible personalidad se había cavado un pequeñísimo recoveco en mi corazón. No era como Sacha, la cual tenía su lugar propio allí, la cual a pesar de fingir ser mi amiga yo aún así la quería como si realmente lo fuera. En algún momento en que mi guardia estuvo baja Ryan había logrado crecer en mí, y yo me había dejado creer que aún lo odiaba, pero solo faltaba buscar dentro de mí para descubrir que ese fuego de odio e ira se había sofocado hace algún tiempo ya.

Obviamente no voy a decir que estaba enamorada de él, porque no lo estaba, pero era claro que me importaba porque si no lo hiciera, el descubrir acerca de este intercambio no me dolería tanto.

— ¿Sammara se le adelantó... verdad?—Pregunto yo y mi voz suena muerta. Aaron no se da cuenta pero el chico que ha comenzado a aplicar los vendajes en mi otra muñeca me mira extrañado.—Antes de que el intercambio pudiera tomar lugar ella me ha sacado de allí y ahora Ryan ha perdido lo que tenía para negociar.—Suspiro y dejo que en esa exhalación se vaya algo más que sólo el aire— ¿Qué ocurrirá con Aaron ahora?

Se me ocurre que tal vez debería de preguntarle esto en privado, para que Aaron no escuche, pero no sé cómo podría conseguir privacidad en este lugar y además Aaron merece escuchar de primera mano lo que sucederá con él.

—Bueno ahora... oh—se detiene—, mi nombre es Thomas por cierto. Ahora seguiremos con el plan original,—responde él tomando las tijeras y cortando la gasa—es decir el que teníamos antes de que aparecieras tú, seguiremos pidiendo dinero por él y le daremos un plazo para que cumpla con la entrega.—Todo el tiempo no me habla a mí sino a Aaron, el cual se mantiene intimidado, su postura sumisa, pero escucha lo que tiene para decirle este chico y no se acobarda o llora.—Y si no responde...

—Si, eso no hay necesidad de explicarlo.—Le interrumpo yo, porque verdaderamente nadie necesita que le deletreen la situación; sin tenerme a mí como ficha de intercambio ahora Ryan debe cumplir con las demandas de los Dobrovsky o atenerse al riesgo de que maten a su hermano... y si ha recibido la mano cercenada de Aaron entonces seguro que no tendrá dudas de lo que estas personas son capaces. Conmigo en su poder por lo menos tenía la posibilidad de negociar, si lastimaban a su hermano él... él me podría lastimar a mí. De repente aquellas veces en las que intenté ser tan cuidadosa para que Jason no fuera castigado me resultaron increíblemente ridículas. Ryan podría hacerme lo que quisiera, sin importar cómo me comportara, sin importar si yo seguía sus reglas o no.— ¿Cuánto están pidiendo? ¿Eso es lo que piden verdad, dinero?

Vendida al Alpha #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora