Aprendí que las despedidas duelen muchísimo más cuando en verdad no quieres despedirte de alguien.Odio esas lagrimas de impotencia que me salen al ver que la persona a la que más quiero se va, ese nudo en la garganta y ese sabor amargo de los últimos besos.Sabiendo que ya no podre verte crecer a mi lado, ni hacer planes juntos, ni siquiera contarnos como nos ha ido el día.Echaré de menos nuestras locuras, esas que solo tu y yo entendíamos y hacer el tonto para verte sonreír.A pesar de todo me quedo con lo bueno, con los momentos vividos en Madrid, con cada detalle de ti, con los paseos de tu mano viendo el atardecer y con los besos lentos, como si no quisiera que acabasen nunca.Me entra nostalgia cada vez que te pienso o veo nuestras fotos en el móvil.Si algún día nos volvemos a ver, espero verte feliz y espero que te cuides, igual o mejor de lo que lo hacia yo.Estés donde estés te deseo toda la suerte del mundo.
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Simples textos para adolescentes.
JugendliteraturSolo lee y reflexiona. Llora si lo necesitas, no va a pasar nada... Yo estoy aquí. NO copias. NO edición. Todos los derechos están reservados. Si se intenta copiar, será sancionado.