Simples textos para adolescentes.

Siempre serás.

Tú, tu eras aquel que me quería con cada uno de todos aquellos defectos que tengo. Ya sea mi sonrisa, mi risa, mi cara recién levantada o mi imagen delante de mi rostro. Esa persona la cual le gustaba más verme con un chandal y sin sujetador por mi comodidad, que con lencería de encaje; aun que los dos sabemos perfectamente que esta segunda opción nunca esta de más. 

Ese que besaba cada una de mis cicatrices, ya que todos sabemos que las heridas con saliva curan más rápidas. Ese que mordía mis labios una y otra vez, pequeño chupete para mi; tus carnosos labios rojos, a veces con sabores, pero siempre sí o sí tenían el mismo, el mejor del mundo, tu sabor. 

Ese sabor tan agridulce, como ha sido nuestra historia. 

Ese que con tan solo un suspiro, me hacia volar hacia al cielo, o en cualquier otro caso, bajarme al infierno en un solo segundo; mi arcángel. Tú, ese con el que sueño cada noche, esa sonrisa que me vuelve cada día más loca. Ya sean tus lagrimas quien me hacen soñar, pero no te equivoques, lagrimas de amor, de alegría... De estar juntos, de una vez por mil? 

Ese, aquel, tu o nosotros. Eras, eres y siempre serás; aquel con el que bailaré cada noche, con el que haré guerra de pies fríos, mañanas de café y noches de miedo. Lunas de miel cada dos por tres, y vacaciones eternas tumbados en nuestras camas. Aquel con el qué acabaré ganando en las guerras de cosquillas bajo las sabanas, con él que me perderé día sí y día también. Aquel con el que no pasarán ni los días, ni las horas; porque junto a ti, con la música muy alta, nunca pasan los minutos. 

Aquel con él que las noches de verano se harán cortas, y las de invierno demasiado calurosas. Aquel con él que en vez de ver las noticias acabaremos viendo hora de aventuras, sí, como estas que haremos cada día, pero ante todo, siempre ten presente, qué

Si tu mueres, yo también, recuerdas?