Las mangas ocultan ese dolor que no sé cómo mostrar ni expresar.
Mi cara de niña buena oculta los demonios que llevo por dentro.
Aquella distintiva e inteligente casualidad, aquella que tiene el don de eliminar mis demonios, el dolor incondicional que intento batallar día tras día.
Sí, aquel estúpido dolor, de aquella niña encerrada en la soledad de su cuarto, sin querer salir ni si quiera al pasillo.
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Simples textos para adolescentes.
Teen FictionSolo lee y reflexiona. Llora si lo necesitas, no va a pasar nada... Yo estoy aquí. NO copias. NO edición. Todos los derechos están reservados. Si se intenta copiar, será sancionado.