Exámenes finales, Everglades y Consciencia.

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La brisa que llegaba del mar era refrescante aunque el calor que caracterizaba a Miami era el mismo, las decoraciones y el ambiente sugería que debías pasar tiempo con tu familia y disfrutar de las fiestas pero para un estudiante de medicina significaba el propio infierno encarnado, exámenes finales que valían el 70% de la nota final.

Lisa, yo y el resto de los estudiantes de medicina normales estábamos locos, bebiendo café y energizantes, tragando libros hasta el cuello y respirando biblioteca día y noche, a excepción de Noah, él estaba tranquilo y se daba el lujo de dormir como bebe por las noches.

"Como te envidio maldito"

— Vaya Lunática, L lucen como la mierda. — Lo miramos mal y volvimos nuestras miradas a lo que estudiábamos. — Mis padres y yo siempre organizamos un viaje a Everglades antes de navidad y me dijeron que podía invitar amigos así que... ¿Quieren venir?

Lisa y yo nos miramos, un fin de semana en una reserva, con cuerpos de agua y cocodrilos, con Noah a bordo, sonaba peligroso.

Demasiado peligroso.

— No lo sé, debo consultarlo con mama. — Si señoras y señores, a mis 21 años de edad aun le preguntaba a mi mama si podía salir siquiera a la esquina.

Soy una mujer joven muy sana .

Noah sonrió con malicia, eso no indicaba nada bueno.

— Supuse que dirias eso así que me tome el atrevimiento de hablar con ella y me dijo que estaba totalmente de acuerdo porque soy cool y me ama. — Lo mire mal.

— Si ya te dieron el sí ¿Para qué carajos me preguntas?

— Para que creas que tienes algún voto o decisión en la situación. — Me levante para tomarlo del cuello y ahorcarlo como se merecía pero Lisa me obligo a sentarme.

— Algo me dice que hablaste con la mia tambien. — Noah asintió y Lisa suspiro. — Okay Noah, nos arriesgaremos a morir devoradas por cocodrilos.

Noah hizo un pequeño baile raro y Lisa y yo reímos.

— ¿No tienes que estudiar? — El negó con la cabeza y se terminó mi juguito.

— No, tengo una mente bendecida. — Se fue caminado como una diva con mi juguito en sus sucias manos.

— Es un imbécil.

—Ni que lo digas. —Lisa y yo reímos.

— ¿De qué hablas? ¡A ti te encanta! — Lisa me fulmino con la mirada y me lanzo su cartuchera en el pecho. — Auch, estúpida.

— Fue un capricho de momento, ya lo supere, tu tambien deberías. — Me apunto al pecho con su bolígrafo y yo sonreí.

—Si como no, y yo soy Oprah Winfrey. — Lisa y yo reímos para seguir estudiando.

(***)

— ¡Al fin señor Jesús! A la verga tú. — Señale el profesor quien no me prestaba atención. —A la verga tú. —Señale mi mochila. — A la verga ustedes. — Señale a mis compañeros de clases que reían de mí. — A la verga el semestre.

Noah y Lisa se reían de mí mientras salíamos del salón de clases, se habían acabado los exámenes finales y con ellos el semestre que gracias a la fuerza divina de Dios no me había tirado.

— ¿Y te atreves a decir que yo soy el subnormal? —Mi amigo paso su brazo por mis hombros y yo lo abrace de alegría.

— En estos momentos tengo más sueño que metas en la vida. — Lisa y Noah rodaron los ojos para luego reír.

¡Oh Noah! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora