Robert vino por nosotras en su auto, yo estaba especialmente motivada a ir a la inauguración del Novo Margarite Karaoke Bar, nuestra amiga pelinegra era la dueña.
Extrañaba salir de rumba, ya no lo hacía muy seguido por que el alcohol me enloquecía pero nos lo merecíamos, normalmente Selina o Matias me cuidaban del exceso pero esta vez me tocaba cuidarme a mi sola.
— La vamos a pasar genial. — Dijo Lisa subiendo de copilota, yo asentí emocionada.
— Este bar va a ser lo mejor chicas, ya van a ver, lo administro yo. — Los cuatro nos reímos y Robert arranco.
— No puedo creer que mama y papa te hayan dado un bar. — Dijo Rob mirando a su hermana por el retrovisor.
— Confían más en mí que en ti hermanito. — Hellen le guiño un ojo y coloco música en el auto. — ¡Que empiece la fiesta!
— ¡Wohoo! — Gritamos todos y al final reímos, esto iba a ser divertido.
No paso mucho tiempo cuando llegamos al tal bar, había una fila de proporciones infinitas pero pasamos al frente y el gigante guardia nos pidió la identificación, mostré mi identificación al guardia y entramos al lugar que estaba abarrotado de gente bailando en una pista donde también habían unos tubos de pole dance encima de una especie de mesa, también había una zona VIP en la esquina superior derecha donde había gente bebiendo y charlando en unas mesas, había una en la mitad que estaba vacía.
— Esa es nuestra mesa. — Hellen me guiño un ojo y regreso con dos chicos cada uno más lindo que el otro. — Chicas, ellos son Elijah y Alejandro, mis amigos de rumba.
Saludamos a ambos chicos los cuales resultaron ser muy amables y divertidos.
— ¿Quieres? — Me dijo Elijah ofreciéndome un shot ya que habíamos estado bailando.
Yo mire la bebida en su mano y arrugue el ceño. — No debería.
— Solo unos cuantos ¿Que daño pueden hacer? — Yo lo mire fijamente. — Vamos Angelie.
— Agh está bien ¿Que daño pueden hacer? — Abrí la boca y el chico depósito el líquido en mi boca, lo pase con un gesto de amargura.
— ¡Eso es! Ahora si entramos en ambiente. — Elijah yo seguimos bailando con la música electrónica que ponía el DJ.
Yo di una mirada hacia arriba y vi que había unas escaleras que llevaban a otro salón.
Me acerque a Hellen quien bailaba con Alejandro.
— ¿Que hay arriba? — Le pregunte en voz alta.
— El Karaoke, esa parte la hice pensando Noah, a él le encanta. — Yo le sonreí. — Como siempre yo pensando en ese idiota.
Las dos nos reímos y seguimos bailando.
Nos sentamos en la mesa al fin y un mesero trajo unas botellas de vodka.
Mi celular vibro con un mensaje y yo lo desbloquee con la esperanza de que fuera Noah, cuanto me arrepiento.
De: Matias Miller
No sabes cuánto te extraño Angie, extraño tus besos, tus caricias tu voz, te quiero conmigo, vuelve a mí por favor.
De: Angelie.
Vete a la soberana mierda.
Borre ese mensaje y empecé a escribir otro.
Te odio con mi alma.
Borre ese también.
Por mí que te pateara un caballo.
Y ese también.
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¡Oh Noah!
RomanceEscapar siempre ha sido costumbre de Angelie Gómez pero nunca espero mudarse de Canadá pero tampoco jamás pensó en terminar metida en todo lo que termino, ahora tenía la oportunidad de empezar de cero y allí es donde entra Noah. Todos Los Derechos...