Las playas de Cancún eran hermosas, no lo iba a negar.
Estaba debajo de la sombrilla tirada en una tumbona boca abajo mirando a mis amigos en el mar.
Había evitado quedarme a solas con Noah desde el día del antro.
"Si claro, puedes besarlo en la nieve y te da pena enfrentarlo por un baile sensual"
"¿Por qué no te callas?"
Cerré los ojos disfrutando del sol y mi Arizona Sunset en tranquilidad.
Hellen se acercó a mí como una modelo, su cabello negro hasta la cola chorreaba agua, parecía que venía en cámara lenta. La muy maldita se veía bien en todo.
— Deberías aprovechar el agua Ange, nos vamos en media hora por la cena de Año nuevo con tu tía. — Hellen se colocó sus lentes de sol y se lanzó en la blanca arena.
— Prefiero solo recostarme debajo de esta sombrilla. — Hellen rodo los ojos.
— Deberías dejar de evitar a Noah. — Yo hice la que no escuche. — Fue un baile sensual Angelie, nada más, no tuviste sexo con él.
— Casi... — Murmure pero aun así me escucho.
— No fue nada, yo baile con mi hermano, nada del otro mundo. — Ella se bajó los lentes y me miró fijamente. — A menos que...
— A menos que... — Dije para que siguiera.
— Te gustara y por eso tengas pena. — Yo me atragante con mi coctel. — Eso es un sí.
— ¡Claro que no! — Hellen rodo los ojos y se bajó las gafas.
— ¡Claro que sí! Algo paso en Canadá, algo que hizo que su relación de alguna manera cambiara, Ange, cielo, todos lo notamos, solo no decimos nada para no hacerlo incómodo. — Me reí y me incorpore en la tumbona.
— Nada paso. — Me intente convencerme más a mí misma que a Hellen.
— Me conoces Ange, sabes que no me muerdo la lengua con nada pero Robert me hizo prometerle que no preguntaría de manera imprudente. — Yo me reí. — Pero sabes que sí, algo paso, ya no es lo mismo...
— Me beso. — Solté de repente interrumpiendo a mi amiga.
A Hellen se le cayó la mandíbula al piso, después su sonrisa maligna.
— ¡Lo sabía! ¡Noahlie es real perras! — Yo coloque mi mano tapándole la boca.
Los chicos nos miraron y yo les sonreí.
— En Canadá no te escucharon. — Ella me lamio la mano. — ¡Asco!
— Eres médica maldita. — Limpie mi mano con mi toalla. — Quiero los detalles perra, todos ellos.
— Fue lindo, bastante apasionado. — pase un dedo por mis labios recordando el beso.
— ¡Awww! Cuéntame como paso. — Me reí, Hellen parecía una niña con dulce. — No te guardes nada.
— Fue en Alaska después de la gran discusión, empezamos a hablar mientras mirábamos la aurora boreal. — Hellen parecía poseída de como si retorcía cuando se lo estaba contando.
— El muy maldito se saltó ese pequeño detalle. — Yo la mire. — Hablamos cuando llego, me contó todo... bueno casi todo.
Yo me reí y negué con la cabeza. — Lisa y mi hermanito me deben 50 cada uno, esto es genial.
— ¿Apostaste con nosotros? — Ella asintió y yo negué con la cabeza. — Te pasas Hellen.
— ¿Que? Sé que Noahlie es real desde el día uno. — Negué con la cabeza sonrojada. — Sabia que le gustabas a Noah desde hace mucho tiempo, no estaba segura de si te gustaba pero ahora veo que si.
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¡Oh Noah!
RomanceEscapar siempre ha sido costumbre de Angelie Gómez pero nunca espero mudarse de Canadá pero tampoco jamás pensó en terminar metida en todo lo que termino, ahora tenía la oportunidad de empezar de cero y allí es donde entra Noah. Todos Los Derechos...