No sé cómo le cabía en la cabeza haberle aceptado esa invitación a Scarlett, esto era más de lo que yo estaba dispuesta a soportar.
Como se le ocurría en su retorcida cabeza aceptar una cita doble con Scarlett y Matias.
— Deja de matarte la cabeza Lunática, ya acepte, iremos. — Noah estaba leyendo en mi cama; ¿Cómo podía estar tan tranquilo?
— No Noah una cosa es fingir ser mi novio por WhatsApp y otra es una cita ¡Una cita Noah! Con besos y todas esas cosas que las parejas hacen.
Noah rio y dejo el libro de lado, yo seguía caminando de lado a lado por mi habitación.
Después de mi cumpleaños habíamos salido mucho, quería mostrarle a Noah lo hermosa que era mi ciudad natal y me agradaba que le cayera bien a Scar pero era muy diferente a aceptar a una cita doble después del puñetazo según ella para que se llevaran bien.
Eso no va a pasar ni en quinientos años.
— ¿Que te tiene tan nerviosa? — Que no me tiene nerviosa más bien.
— No sé, tal vez que lo viste y le diste un puñetazo. — Y otras cosas pero no hablaría de eso.
Noah se levantó y se puso delante de mí.
— Relájate Angie, no lo golpeare otra vez a menos que haga algo que lo provoque. — Tenía mi rostro estrujado con ambas manos haciendo que pareciera un pez.
— Eso es lo que me aterra. — Dije de una manera chistosa ya que seguía presionando mis cachetes. — No deberíamos ir.
— Hey, Hey, Hey, no vamos a echarnos para atrás, más si ese imbécil me da una excusa para golpearlo. — Mire a Noah preocupada. — Te prometo que haré todo lo posible por no hacerlo.
— Me preocupa Noah.
Noah me abrazo, me hizo cosquillas y reí. — No tienes por que Lunática, ahora ponte algo sexy, tendrás una cita conmigo.
Me guiño un ojo y salió de mi habitación, otra razón por la cual estar nerviosa.
Me di un baño rápido, seque mi cabello y le hice ondas en las puntas, mientras hacía esto Noah entro a la habitación.
— Noah, voy a cambiarme, sal de acá.
El llevaba un jean negro que le quedaba antes del tobillo, una camiseta blanca, una camisa azul claro manga larga encima y una gorra negra al revés, también llevaba un reloj que lo hacía lucir elegante pero casual y estaba bañado en delicioso perfume.
Estaba condenadamente sexy.
— No si esto es lo que planeas ponerte. — Tomo mi ropa y la coloco en el closet otra vez. — Vamos a un club Lunática no al ancianato.
— ¿Que planeas que me ponga? — Noah sonrió de manera macabra y empezó a buscar en mi closet. — ¡Oh no! No me pondré eso.
Tenía en sus manos un vestido rojo de satín de tiras con un cuello en "V" demasiado pronunciado, tanto que tendría que ponerme strapples, era tan ajustado en la cintura que podría morir por falta de aire y era solo algo suelto las piernas además de ser extremadamente corto.
— ¿¡Que!? ¿Por qué no?
— Es muy sexy. — Noah rio y lo coloco sobre la cama.
— Esa es la idea Gómez, ahora póntelo. — Tome el vestido e ingrese al baño, cuando salí me quedo mirando de arriba a abajo. — Le falta algo.
— Si, más tela. — La verdad este vestido me lo había regalado mi mama de cumpleaños hace dos años, era muy sexy por eso no lo usaba.
Noah salió de mi habitación y yo me mire al espejo, no me veía nada mal.
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¡Oh Noah!
RomanceEscapar siempre ha sido costumbre de Angelie Gómez pero nunca espero mudarse de Canadá pero tampoco jamás pensó en terminar metida en todo lo que termino, ahora tenía la oportunidad de empezar de cero y allí es donde entra Noah. Todos Los Derechos...