Pijamas Transparentes, La Quebrada Y Ella lo sabe.

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La mañana empezó tranquila, abrí mis ojos cómodamente y al mirar la hora en mi celular me disponía a dormir otra vez cuando sentí un peso enorme encima.

— Perraaaa, levántate vamos a una quebrada. — Abrí los ojos y me encontré con Lisa encima de mí y a su lado Hellen.

— ¿Están locas? Son las 7 de la mañana, lárguense a dormir. — Me di la vuelta, las tire piso y me dispuse a arroparme otra vez cuando me arrancaron la sabana del cuerpo. — Más vale que corran si no quieren morir.

Las chicas rieron y dejaron de hacerlo cuando me levante iracunda, salieron a correr.

Nadie se metia con mi sueño.

— Elise nos mandó. No nos mates. — Gritaba Hellen mientras bajaba las escaleras corriendo.

Al llegar a la isla Hellen se escondió detrás de su hermano y Lisa detrás de Noah.

— Wow Ange es muy temprano para tener tanta rabia encima. — Yo mire mal a él pelinegro que me esquivaba cada vez que intentaba agarrar a su hermana.

— Dile eso a tu hermana. — Me senté en una de las sillas sin dejar de fulminarlas con la mirada. — ¿Es que acaso odian dormir?

Me disponía a disfrutar una manzana verde que estaba en un frutero cuando Noah me llamo.

— Lunática tenemos que hablar. — Yo asentí extrañada y me pare de la silla para seguirlo a un lugar más apartado. — Linda, dejaste a tus niñas en libertad.

Lo mire con un enorme interrogante en mi gesto y el bajo su mirada a mis senos.

— ¡No me mires pervertido! — Coloque un brazo en mis "niñas" y una mano en sus ojos.

— Colocando tu brazo así solo las resaltas. Además no son las primeras ni las ultimas que veré. Por cierto son lindas. — Me sonroje más de lo que ya estaba.

— ¡Ya cállate! — El rió y yo salí corriendo escaleras arriba, gracias a esas estúpidas había olvidado mi sujetador.

Cosa que no podía ni debía hacer, eran demasiado grandes para dejarlas en libertad y como estaba descalza el frio se metía por mis pies haciendo que se notaran por la transparentosa blusa de mi pijama.

"Noah vio tus niñas. ¿Sera que se excito?"

"Cállate"

— ¿Que le hiciste a la niña? — Pregunto Elise.

— Nada mama, nada. — Escuche sus risas hasta el segundo piso, maldito.

(***)

Después de bajar ya con sujetador y desayunar dijeron que iríamos a una quebrada que quedaba a 15 min de aquí.

Me coloque un bikini de dos piezas rosado y encima de este un short blanco y una camisa rosa.

Tuvimos que ir caminado ya que era recóndito el lugar y no teníamos lugar para dejar el auto.

Lisa iba en la espalda de Robert y Hellen en la de Noah, las únicas que caminábamos era Elise y yo que íbamos al lado de River, nos contaba unas historias súper divertidas de su juventud.

— ¿Así que usted era igual de aburrido y amargado que Noah?— El asintió con una sonrisa en el rostro.

— Si, solo que yo era más travieso, si entiendes a qué me refiero. — Elise le dio un golpe en el brazo. — ¿Que? Todo eso fue antes de conocerte mujer. — Le dio un beso en la mejilla a su esposa y yo sonreí.

"Oh señor, estoy segura de que Noah es aún más travieso"

"¿Porque no simplemente desapareces?"

¡Oh Noah! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora