Capítulo 32| El yo que nadie conoce y un encuentro inesperado

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Regresé.

Estoy de vacaciones y cumpliendo años, por lo que voy a estar activando el modo carioca con los capitulos y las nuevas ideas que quiero escribir; así que voy a estar  actualizando historias después de 84 años. Si no estoy actualizando acá es porque estoy actualizando en mis otras historias.

Quiero adelantar que este capitulo es otro puente así que pasa de todo un poco. 

 También quiero hacer un advertencia porque se hace una leve mención  sobre el suicidio.  Lo menciono por si hayan personas que prefieran saltarse esa parte (sería casi por la mitad de la conversacion de Jimin y Yoongi).

Como mi modo carioca todavia no se activó del todo solo voy a decir algo  sutil como: Nos leemos en los comentarios/ Necesito que comenten (inserte meme de Osvaldo Laport)

Nos leemos en breve

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"Creo que nunca te das cuenta de cuánto amas algo hasta que tienes que dejarlo ir"― Min Yoon Gi.


Hani está molesta.

Esta molesta porque lleva meses separada y luchando por obtener su divorcio definitivo para nuevamente verse envuelta en los problemas de su ex esposo. Sin duda alguna, Junghoon era igual o más molesto fuera de la casa que dentro de ella. Es decir, no es como si ella no tuviese compasión por su situación, la tiene, sabe que sus hijas están tristes por su padre, y en algún punto, quiere pensar que no es capaz de llegar tan lejos. Sin embargo, no es razón para que todos den por hecho que ella es la respuesta a todos los problemas. Esta mañana ha tomado unas veinte llamadas de la prensa donde recalcaba que llevaba meses separada y que solo lo había visto un par de veces por el proceso de divorcio, pero no mas que eso. También, que las razones de su separación no tenían en lo absoluto con todas las especulaciones que los medios estaban haciendo. (N/a: Mi reina teniendo que arreglar el mierdero del ex marido).

"¿De aclaraciones sobre qué cosa? La familia no va a dar ninguna declaración. No vuelva a llamar porque no vamos a cambiar de parecer", respondió con desdén para segundos más tarde colgar el teléfono. Se tomó un momento para suspirar y tratar de organizar sus ideas cuando escuchó una discusión a gritos. Corrió hacia las escaleras para intervenir, lo que menos necesitaba era tener a sus hijas discutiendo en medio de todas las decisiones que debía tomar.

― Cuida tus palabras, Momo. Cuida tus palabras delante de mí y cualquier otra persona. Papá no es un asesino―Sana le advirtió, casi como estuviese a punto de lanzarse sobre ella con toda la rabia del mundo.

― ¿Por qué te pones así? Es lo que las personas están comentando en todos los foros. Yo solo estaba leyendo― Momo se defendió, como queriéndole decir a su hermana que evadir una situación no hace que esta desaparezca―. Las personas están hablando de los hombres que estuvieron en esa sala. Muchos están hablando del caso de papá. ¿Qué puedo hacer? Solo estaba leyendo.

― Entonces, porque dos o tres personas en internet dicen que papá hizo algo malo es verdad, ¿Te estas escuchando?― Sana le cuestionó indignada. Lo único que podía pensar era que su hermana estaba atacando a su propio padre y no informándose sobre cómo iba avanzando la causa―. ¿Te das cuenta de la gravedad de la situación? ¿Acaso no conoces a papá? Él es una buena persona, nunca haría algo como eso. Se trata de una acusación muy grave.

― ¿Pueden dejar de discutir por un momento?―Hani intervino cansada. Podía lidiar con las discusiones entre Mina y Sana, pero que Momo también busque discutir era simplemente demasiado para ella―. Sé que es un momento difícil. Pero, discutiendo no van a conseguir nada.

El chico tonto que amaba a mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora