Capítulo 10| Un día normal, sorpresas y mensajes

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"No hay días normales para Min Yoongi" - Min Yoon Gi

Yoongi deja escapar un bostezo mientras espera que llegue el elevador. Tenía una mañana bastante agitada entre dejar unos paquetes en el correo, reunirse con Beomgyu y visitar el supermercado para comprar productos de limpieza. Gracias a Seokjin había recuperado sus hábitos de orden y limpieza, casi volviéndose una obsesión para ocupar su tiempo libre y no traer a su cabeza pensamientos negativos. Pasó su mano izquierda por el cuello y tarareó esa curiosa canción que Seokjin comentó que le costó tanto aprender. Desde que Seokjin se había vuelto más cercano a él, algo había cambiado en su percepción. Su forma de sonreír, la forma que hablaba, como las palabras parecían fluir en armonía, haciendo que cada sonido fuese un deleite para sus oídos. Por supuesto, todo esto no es algo que pueda admitir, es decir, todavía seguía pensando que era "hyung loco" que le gustaba meterse en la vida de los demás, pero con una enorme dosis de admiración.

Cuando ingresa al elevador saluda a Taehyung y Joy, colocándose delante de ambos a la espera de ser el primero en abandonar el lugar una vez que lleguen a destino. Normalmente, hubiese esperado que ambos intenten sacarle un poco de conversación, se había acostumbrado, pero hoy el ambiente se sentía extraño, como si trataran de ocultar alguna mala noticia que no tenía intensión de saber a tan tempranas horas de la mañana.

Yoongi salió del elevador y el ambiente parecía tomar un tono más ligero, tal vez porque no tenía a ningún vecino respirando detrás de su nuca o haciéndole preguntas incomodas. Cerca de las escaleras encontró a Wendy en compañía de una joven mujer. Yoongi sonrió y asintió con la cabeza buscando no interrumpir la conversación, pero fue la misma Wendy quien le pidió que se acerque.

Yoongi no encuentra tan molesta a Wendy. Tal vez sí un poco invasiva, pero es nueva en el edificio, y quizás es ese tipo de personas que les gusta mucho tratar con sus vecinos, hasta hace un tiempo estaba viviendo en un pueblo pequeño. O, eso es lo que recuerda que le mencionó, en los pueblos pequeños casi todos se conocen y se tratan como familia; así que no era extraño que le haya regalado un gran pote de kimchi hecho con la receta de la madre de su abuela o mucho menos ese gran queso de granja hecho por su tío. Y, Yoongi aceptó todo sin decir nada. Ella era amigable y de alguna forma les recordaba mucho a los vecinos de su abuela. Daegu era una ciudad grande, pero conservaba muchas zonas rurales en las que las personas se manejaban en ese ambiente de compartirlo todo. Yoongi recuerda a su abuela y su pequeña granja, siempre que la visitaba era el encargado de repetir huevos, arroz y algunas verduras a los vecinos, que a su vez también le enviaban cosas a su abuela.

― ¿Sucede algo?― Yoongi preguntó.

― La señorita está buscando a una persona de nombre Kim Namjoon― Wendy mencionó, luciendo avergonzada―, como soy nueva no sé si hay alguien en el edificio que se llame así.

― Sí. Es mi compañero de piso.

― ¿Tú eres su compañero de piso?― la joven parecía sorprendida y al mismo tiempo reprimiendo muchos sentimientos encontrados―. No tenía idea de que él tuviese un compañero de piso― agregó, haciendo confusa la situación.

Yoongi es consiente que Namjoon siempre despertaba el interés entre hombres, y mujeres jóvenes por su gran atractivo y logros personales. Sin embargo, siempre demostraba tener esa actitud de inaccesible, que lograba ahuyentaba a todas sus posibles conquistas. Todos menos Seokjin. Él era otra liga. Él no podía entender un "no" por respuesta.

― Los dejo― Wendy dijo, como si hubiese leído la situación―. Esta noche haremos karaoke y carne asada con mis hermanos. Estas invitado, Yoongi. No faltes. Te voy a esperar―, agregó, mientras se alejaba.

El chico tonto que amaba a mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora