Capítulo 27| Preludio de un desastre embarazoso- Parte II

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Regresé.

Esto no es lo que tenía pensando subir pero creo que no podré actualizar en al menos las proximas dos semanas. A menos que pase un milagro y los dioses de los informes finales me ayuden a terminar lo poco mucho que me falta. Espero que disfruten esto. Lamento que me haya tocado escribir esto en un momento donde estoy tan ocupada. PD: Dejen sus comentarios así me alegran la mañana en el trabajo, que bastante me hace falta. Nos leemos.

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  "Las cosas que no se dicen, suelen ser las más importantes"  ─ Min Yoon Gi

― ¿Director Kim?

Seokjin levantó la vista de su escritorio repleto de folletos, documentos y carpetas, empujó ligeramente sus anteojos sobre el puente de la nariz, una sonrisa se deslizó en sus labios cuando vio a Yoongi caminando hacia él.

Seokjin tenía una mañana ocupada deliberando las próximas acciones que debía presentarle a su equipo de trabajo. Tampoco había olvidado los problemas de Jisoo. Había llamado a sus padres para ver como seguían las cosas, por desgracia el Señor Kim no le dio buenas noticias; su esposa no parecía aceptar la situación, por lo que perdonar o tan si quiera pensar en volver a conversar del tema era imposible por el momento.

A veces a Seokjin le costaba entender que los padres podían ser tan duros con sus hijos. Es decir, su madre siempre había sido tan comprensiva sobre todo. Incluso lo dejó ir a estudiar al extranjero a pesar de lo doloroso que era para ella separarse de él. Tras la muerte de su padre se habí vuelto el doble de sobreprotectora. No concebía la idea de que los padres podían rechazar u odiar a sus hijos por sus buenas o malas decisiones. No obstante, esta experiencia le hizo ver que existen padres que rechazan, y que tal vez cometería un error al querer empujar a Yoongi a tener un vínculo con su padre. No se perdonaría así mismo si el Señor Min lo lastimara. Porque Seokjin sabe que Yoongi es fuerte y puede ser muy atemorizante con sus palabras, pero en fondo es alguien que no deja de ser sensible y frágil ante su padre.

― ¿Escritor Min? ¿Vienes a dejarme más trabajo? Un segundo. Esta es una verdad universal: Usted puede ser tan molesto con sus peticiones―Seokjin sonrió entre dientes, cerrando la carpeta que estaba leyendo, agradecido por la visita de Yoongi, que sin saberlo, lo estaba ayudando a tomar un descanso de todo ese lio de papeles que tenía sobre el escritorio.

Yoongi se inclinó para abrazarlo, los brazos de Seokjin se deslizaron alrededor de su cintura―. La única verdad universal es que te amo. También que el Director Kim puede ser tan atemorizante cuando está molesto― le dijo, alejándose un poco

Seokjin sonrió, tirando a Yoongi en su regazo mientras susurraba―. ¿El Director Kim es una mala persona contigo? ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Crees que él necesita tener una cita para mejorar su humor?

Yoongi se derritió en el pecho de Seokjin, su cálido abrazo hizo desaparecer cualquier rastro de preocupación en su corazón―. Creo que el Escritor Min también necesita una cita. ¿No crees que podríamos presentarlos? Pienso que se van a llevar muy bien.

Seokjin asintió, pasando sus dedos por cabello oscuro de Yoongi, su otra mano acariciando su espalda con dulzura―. ¿Dónde quieres cenar esta noche? ¿Qué te parece comida extrajera? Parece divertido― le preguntó, inclinando su cara sobre el hombro de Yoongi.

― ¿Por qué no vamos a comer? De hecho, vine a invitarte a comer y a dejarte esto― Yoongi le dijo, sacando de su bolsillo una barra de chocolate―. La compré pero creo que con el café fue suficiente estímulo para mi cerebro. Pensé que la querrías.

El chico tonto que amaba a mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora