Ya ha llegado la comida y me alegra eso, porque estaba hambrienta y podía sentir el rugido fuerte de mi estómago. La chica nos pasó unos cubiertos, pero, ¿Por qué cubiertos? ¡Es una hamburguesa! No una ensalada.
Sirvo en mi bandeja un montón de salsa blanca y roja para luego mezclarla con una papita y así obtener la salsa rosada. También hay otra salsa blanca con unos puntitos naranjas y verdes, está muy deliciosa y queda perfecta con la hamburguesa.
La hamburguesa es un poco grande, ya que es doble carne.
Deneb toma mi salsa rosada y unta su hamburguesa.
- ¡Hey! - Le doy un golpe en su mano y me doy cuenta que hable con la boca llena. Pero no importa. ¿Por qué debería apenarme?
- Pensaste tarde - Me saca la lengua como todo niño pequeño hace cuando siente que gano.
Tomo una de sus papas y me la embuto literalmente en la boca, antes de que él pueda quitarmela.
También alejo mi cajita de papas de sus manos envidiosas, porque yo tengo más papas que él.
Esta vez soy yo quien le saca la lengua y muerdo un gran bocado de mi hamburguesa.
- Esto está delicioso - Hablo con mi boca llena de nuevo, saboreando mientras cierro los ojos por este sabor tan exquisito, casi ni pronuncio bien. Deneb también está en las mismas y eso me causa risa porque nunca imagine que estaría comiendo de esta forma con alguien, como si tuvieramos toda la confianza del mundo.
- Hagamos retos - Mencione cuando ya me había pasado el bocado de comida.
- Listo, pero debes cumplirlos - Me advierte.
- Si si.
- ¿Quién empieza? - Deneb toma una papita y se la come, dándome una gran idea.
- Tu empiezas cumpliendolos y yo diciendolos.
- ¿Qué? No es justo, Abbi.
- Yo fui la de la idea, te toca cumplir por lento.
- Está bien - Masculla entre dientes. Y yo me río vengativa.
Tomo una papita y luego la miro fijamente.
- Debes comerte una de estas...
- Fácil - Me interrumpe creyendo que he terminado.
- Con un montón de ají. Ají del puro. Como este.
Levanto el tarro rojo a mi derecha y le abro la tapa para que lo huela.
- No, Abbi - Hace mueca de asco y sus ojos se aguan por el picante ají.
- Debes cumplir.
- Me niego - pone sus manos al frente y con su dedo lo niega.
- Deneb, porfis - Hago un puchero y muevo mis pestañas rápidamente como una niña.
- Bagh, me vengaré feo, pequeño saltamontes.
Me mira triunfador y toma la papa llenandola de ají como si fuera salsa.
Se ve horrible esto.
Se la come rápido, porque solo así no le sentirá el sabor, pero es inevitable notarlo hasta que sus ojos se llenan de lágrimas y se abanica la boca con las manos.
Coge la cerveza y se la bebe en un santiamén. Yo en cambio estoy estallada de la risa, que no puedo controlarme ni un poco. Dándole golpes a la mesa para calmarme, pero es imposible cuando ves al chico que te gusta en una situación como esta.
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El viaje.
RomansaAbbi es una chica de 17 años. Amante de la lectura, las pinturas y el dibujo. No es muy sociable o trata de no serlo, vive con sus padres y su hermana. Tiene un gran amigo y un día uno de los chicos con los que se sienta decide hacer un viaje, lleva...