II - "¿Il Inferno?"

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Desperté, cual si de hórrida pesadilla fuera, con un fuerte envión hacia adelante. Y al instante me sentí muy incómodo, ahogado.

El aire era... pesado. Hacía demasiado calor.

Estaba débil y sin aliento, abrumado por la fogosa temperatura. En un torpe intento de tomar aire, comencé a toser, imparable, ahogado, y vomité agua, bastante de hecho. No solo eso, sino que mis ropas estaban empapadas, y de mis cabellos goteaba abundante líquido.

Fastidiado por la molesta sensación del agua cubriendo mi rostro, acerqué mis manos y las deslicé por mis mejillas, secándome. Al rozar mi nariz con los dedos, noté que estaba impregnado de un fuerte hedor a humo. Era asqueroso, y solo me hacía sentir más desorientado.

Me miré, intentando entender algo de la desastrosa situación. Nada enjacaba.

¿No estaba yo muerto?


Vestía igual a cuando me atacaron, solo que me faltaban algunas prendas. Estaba descalzo y llevaba puesta solo la camisa y el pantalón, siendo que traía abrigo y otros accesorios.

Progresivamente comencé a sentirme invadido por una espantosa sensación: mi cuerpo se sentía extrañamente ajeno.
Sensación imposible de narrar, mucho menos de entender, que me generaba gran inquietud.

- Entonces... ¿Estoy vivo? - pensé.


Instintivamente levanté mi camisa para revisar si las puñaladas que recibí seguían allí. Y para mi sorpresa, me encontré con piel intacta. Incrédulo, hice lo mismo con mi cuello, al cual habían desgarrado terriblemente. Pero al palpar sucedió lo mismo: no había más que suave piel intacta.

- ¿Fué un sueño? - dudé.


Sentí que me volvía loco.

Turbado, ladeé la cabeza y miré a mi alrededor. Lo que ví literalmente me dejó sin aire. Fué tan grande el impacto que me causó, que por un momento olvidé respirar.

Parecía ser el interior de unas cavernas volcánicas, y había lava, lo cual explicaba el exuberante calor. Me encontraba en un lugar muy alto, a unos 30 o 50 metros del suelo, quizás. Se podía apreciar a lo lejos la gran extensión del lugar y sus sinuosos caminos ardientes.

Todo era roca sólida hasta el techo...

O eso creí.

Al mirar hacia arriba, ví algo tan ilógico, que no lo podía creer. Había un lago en la parte superior del rocoso lugar. Un LAGO, un inmenso estanque de AGUA. ¿Cómo es que se mantenía adherido al techo?

Estuve largo rato observando esa anomalía, aterrorizado al darme cuenta de que no era un efecto visual. ¿Acaso alucinaba?

Era tanta la extrañeza del lugar y tantas mis preguntas sin responder, que sentí como si mi cerebro se fundiera. Suspiré sonoramente, nervioso, y me propuse intentar recordar cómo había terminado en tan surreal e inhóspito lugar.

Repasé en mi memoria desde el momento del ataque y las puñaladas, hasta que perdí la consciencia y tuve todas esas extrañas sensaciones.

- Luego... oí un golpe, y ¿desperté? - pensaba ensimismado.

Mientras, reojeaba intrigado las pequeñas olas que se formaban en ese lago imposible. Al rato de mirarlo, se me vino una idea a la mente:

¿Es posible que haya caído desde ese lago en el techo?

PARADISO (+18/GAY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora