Abrió los ojos, sin dar crédito de lo que había ocurrido. Estaba viva. Una sensación de alivio recorrió todo su cuerpo, haciendo que se relajara. En ese instante no podía comprenderlo, Kenji le había disparado; ella misma había escuchado el ruido del arma al disparar y le había visto apretar el gatillo. Pronto descubrió lo que había sucedido; uno de aquellos chicos había ocupado su lugar frente a aquel ser inhumano. Ella no fue quien recibió el disparo, sino él. Se le heló la sangre al pensar que el chico del sombrero de paja podía morir por su culpa.
Hiromi fue corriendo a dónde se encontraba su hija y descargó todo el miedo que había sentido en un interminable abrazo que a ella le pareció efímero.
Hikaru seguía en shock, ni siquiera el abrazo de su madre la hizo volver a la realidad. Solo salió de su asombro al ver aparecer una pequeña mancha roja, que cada vez se hacía más grande, en el hombro de Kenji. El muchacho que le había salvado la vida se giró, sonriéndole bajo la sombra de su sombrero.
-¡CAPITÁN! ¡KENJI-SAMA!-la tripulación comenzó a arremolinarse en torno a su capitán, justo en el momento que este cayó al suelo.
-¿Está...muerto?- preguntó Hiromi con un hilo de voz.
Si la situación era incomprensible para todos los que se encontraban allí, más lo fue para los amigos del muchacho del sombrero, cuando vieron desaparecer a toda la tripulación delante de sus narices. Un simple parpadeo y ya se habían esfumado.
-No mamá, todavía no ha muerto. Sigue huyendo de la realidad, como de costumbre.- farfulló dejando caer la cabeza sobre sus rodillas dobladas, agotada por la situación.
Hiromi se levantó del suelo y fue a buscar a Sora, que se encontraba hecha un ovillo en una esquina, esperando que todo aquello terminara de una vez. La cogió en brazos y se dirigió a todos los comensales.
-Perdonen las molestias, pero como ustedes comprenderan vamos a cerrar la taberna. Lamento mucho lo que ha ocurrido, no deben preocuparse por la cuenta, invita la casa.- informó abatida mientras intentaba calmar a la niña que lloraba desconsolada.
La gente comenzó a abandonar el establecimiento, no sin antes mostrarle su apoyo y su indignación con todo lo que había pasado a la dueña, quien se lo agradeció con una triste sonrisa.
El grupo de muchachos iba a abandonar el local, cuando su capitán se paró. Una voz habló refiriéndose a él y supo que no podría abandonar el local sin hacer esa pregunta. Ella no era como los demás y él lo sabía.
-¿Por qué lo has hecho? No me conoces de nada y has arriesgado tu vida por mi.-no podía dejarlo ir sin saber el motivo que había llevado a ese muchacho a arriesgarse tanto.
-Eres buena, eso me basta para saber que no debías morir.- sonrió.
-¿Sacrificarías tu vida por alguien bueno aunque no lo conocieras?- el asombro era palpable en la voz de la chica.
-Si estuviera seguro de que es una buena persona, lo haría sin duda, pero tranquilizate sabía que ese hombre no me iba a matar. No podía.-contestó felizmente como si fuera lo más gracioso del mundo.- Soy el hombre de goma, ¿ves?- dijo mientras se estiraba la cara.
-No entiendo nada...pero dejame agradecertelo, a ti y a tus amigos. Al fin y al cabo os iba a invitar a beber sake, ¿no?- un atisbo de sonrisa se percibió en la cara de la muchacha. Parecía que ese muchacho era capaz de transmitir felicidad incluso en los momentos más difíciles.
-Yo prefiero que me lo agradezcas de otra manera.-dijo con la misma ilusión que mostraría un niño que va a recibir un premio.
- Entonces, ¿qué es lo que quieres?
-¡Quiero que te unas a mi tripulación!
-¿QUÉÉÉÉ?- gritaron al unísono el resto de integrantes de la tripulación.
El chico comenzó a reír ante la reacción de sus compañeros y la cara de Hikaru y su madre.
-¿Quieres que me una a tu tripulación y ni siquiera se como te llamas?-preguntó incrédula.
Aquel chico cada vez le parecía más raro.¿Cómo iba a querer que una chica como ella se uniera a su tripulación? Nada de lo que estaba viviendo aquel día tenía sentido.
-Me llamo Luffy y seré el próximo Rey de los piratas.-dijo sin titubear.- Ya sabes mi nombre, asi que ya puedes unirte.
-No puedes ir pidiéndole a todo el mundo que se una a la tripulación.- sentenció el chico peliverde, cuya apariencia imponía bastante respeto.
-Claro que sí y más si es una chica tan guapa como ella.- comentó el rubio, mientras daba vueltas con corazones a su alrededor.
-Verás Luffy, me siento muy halagada por tu invitación, pero no puedo aceptarla. Mi vida y mi familia está aquí, yo no puedo dejarlo todo así como así.
Luffy se puso de morros y siguió intentando convencerla. No sabía que era la persona más cabezota del mundo y que no daría su brazo a torcer. Si decía que no, nadie podría hacerla cambiar de opinión. Bueno, quizás sí que había alguien.
-Hikaru, ¿podemos hablar?- su madre sintió la necesidad de saber que es lo que estaba pasando por su cabeza en esos momentos.
-Claro.
-Chicos, ¿podéis hacerme un favor?- preguntó la mujer.
-Sí.-respondieron a la vez.
-Entretened a Sora mientras volvemos, no quiero que se quede sola.
-Eso está hecho.- contestó el muchacho con la nariz puntiaguda y se acercó a la niña para hacerla reír.
Madre e hija abandonaron la taberna para hablar en el exterior. Hikaru no sabía que es lo que quería decirle su madre con tanto secretismo.
-¿Qué piensas hacer?- Hiromi sabía que la respuesta a aquella pregunta podría cambiar la vida de todas ellas, pero necesitaba saberlo.
-¿A qué te refieres?- la chica no sabía a que se estaba refiriendo.
-¿Piensas irte con ellos? Necesito una respuesta y no me vale que me pongas de excusa tus responsabilidades en la taberna, porque, ahora mismo, te libero de ellas.
-Mamá, no puedo irme y dejaros solas a ti y a Sora y menos después de lo que ha pasado hoy.- aseguró sin comprender que es lo que pretendía tu madre.
-Sora y yo estaremos bien. Sé que te da miedo decirles que sí, aunque también sé que tu sueño siempre ha sido surcar los mares. Por eso quiero que por una vez pienses en ti, en lo que realmente quieres hacer.- le dedicó una mirada cargada nostalgia cuando pronunció estas palabras.- Ya no eres una niña y debes aprender a volar sola.
-¿Tengo una promesa que cumplir no?- una sonrisa se escapó de sus labios.
-Esa es mi chica.
Ambas se fundieron en un abrazo y se dispusieron a volver al interior. Al abrir la puerta se encontraron una escena bastante graciosa: Sora, Luffy, el chico de la nariz larga y el animal más adorable que Hikaru había visto nunca, estaban bailando encima de una mesa mientras los demás los miraban divertidos. Por primera vez desde hace mucho, Hikaru soltó una carcajada; no de esas que soltaba cuando quería aparentar estar feliz delante de su familia, una sincera y real, como hacía mucho tiempo que no tenía.
-Tengo una noticia.- les informó.
-¿Qué nos tienes que decir?- se interesó Nami.
-Acepto la invitación de Luffy, seré parte de vuestra tripulación.
¡Hola otra vez! Estaba impaciente por subir el nuevo capítulo, y bien, aquí está. Espero que os guste y me digáis lo que os ha parecido. ¿Creéis que Hikaru será una buena nakama?
¡Hasta el próximo viernes!🤗🤗🤗
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Verdad oculta [One Piece fanfic. Zoro x Oc]
FanfictionLas personas no son siempre lo que parecen. Una inocente chica puede esconder un oscuro secreto, sin que los demás sean conscientes de ello. ¿Será capaz de ocultarlo o algún espadachín desconfiado descubrirá lo que pretende hacer?