Capítulo 34

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El ruido de un fuerte golpe hizo que el peliverde saliera de su trance y se pusiera en guardia. Al girarse hacia el lugar donde se había producido el sonido, la vió.

Hikaru intentó levantarse lo más rápido posible, evitando hacer contacto visual con el espadachín. No estaba preparada para otra discusión, no quería volver a oírle decir todas esas barbaridades.

-¿No te ha quedado claro que no quería volver a saber nada de ti? - preguntó Zoro, mientras se dirigía hacia ella con paso airado.

La chica se sacudió la tierra del vestido torpemente y se pasó las manos por el cabello intentando peinárselo. Con decisión y sin un atisbo de interés por el peliverde se giró, dispuesta a volver a la taberna.

-Te estoy hablando. - la increpó el chico, agarrándola del brazo.

Zoro sabía que después de todo lo que le había dicho, ella no querría saber nada de él y aunque le costase admitirlo, le dolía en el alma. Si en ese momento ella se iba sin decirle nada, sería la constatación de que la había perdido. Necesitaba asegurarse de que estaba haciendo lo correcto tratándola de esa forma, por eso no la iba a dejar marchar así como así.

-Suéltame. - le pidió la chica sin girarse.

-No te pienso soltar hasta que me mires a la cara, Hikaru. - contestó, intentando provocarla. Era la única manera de hacerla reaccionar.

La chica se deshizo de su agarre de un tirón y se giró, quedando cara a cara con el peliverde. Esta vez no pensaba mostrarse débil ante él.

-¿Para qué quieres que te mire a la cara, Roronoa Zoro?- preguntó impertérrita- ¿Quieres ver por última vez la cara de la persona que estás dejando marchar?

Una punzada de culpabilidad sacudió el corazón del chico. Pese a que los había traicionado, su interior no dejaba de gritarle que quizás se estaba equivocando. No supo qué contestarle, haciendo que un silencio incómodo se estableciera entre ellos.

-Ya veo. - habló ella, acortando la distancia que los separaba- ¿Sabes qué creo, Zoro? Que te has dado cuenta de que quizás has sido un imbécil conmigo por no haberme dado la oportunidad de explicarme, pero que por tu estúpido orgullo eres incapaz de reconocerlo.

-Hikaru tus mentiras y tus manipulaciones ya no funcionan conmigo, así que ahórratelas. - dijo intentando no sonar afectado por lo que la chica le acababa de decir. En el fondo tenía toda la razón, pero no pensaba ceder- Ya me ha quedado claro que lo único que pretendías conmigo y con el resto de la tripulación era utilizarnos para conseguir tus propósitos. ¿Un mísero barco? ¿Eso es lo que valemos para ti? Solo eres una cazafortunas más.

Las palabras de Zoro dolían como puñales, pero Hikaru intentó aguantar la compostura. No le iba a dar la satisfacción de volver a verla llorar.

-¿Una cazafortunas? Será que entre nosotros nos reconocemos, ¿no? Porque hasta donde yo sé, te dedicabas a cazar piratas para cobrar su recompensa. -dijo con superioridad.

-Así es, me dedicaba a eso. - rió por lo bajo, haciendo enfadar más a la chica- Una cosa es recurrir a eso para sobrevivir y otra es la ambición.

-¿Ambición? - repitió ofendida- Ese barco es mío, Zoro. Lo único que estoy haciendo es tratar de recuperar lo que Kenji le robó a mi padre.

La cara de Hikaru palideció, lo había nombrado y sabía que no había vuelta atrás, Zoro lo usaría como última baza para intentar destruirla.

-Ah, tu padre. Qué señor tan misterioso, ¿no? Siempre huyes cuando te preguntan por él. - dijo viendo como el rostro de la chica se desencajaba-¿Es él quién te ha mandado a hacerle el trabajo sucio?

Verdad oculta [One Piece fanfic. Zoro x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora