Capítulo 33

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Hikaru intentó recomponerse, se secó las lágrimas y se dirigió hacia donde estaba el resto. Todo su interior estaba roto en mil pedazos, pero debía ser fuerte. Había llegado demasiado lejos, no podía permitirse flaquear ahora. Iba a cumplir su promesa, aunque le costara perderlo todo. 

-¿Qué tal vais con el plan? - preguntó Hikaru, tratando de sonar serena. 

-Hemos estado hablando a cerca de cómo llegarás a Atlur y lo más sensato es que vayas con los mugiwaras. Con tu recompensa no es seguro que vayas sola y ya que nosotros no tenemos barco, es la mejor opción. - informó Tetsu. 

-Está bien, si a Luffy y a los demás no les importa, yo no tengo inconveniente. - contestó angustiada, sabiendo que tendría que ir en el mismo barco que el peliverde. 

-Claro que no nos importa Hikaru, eres nuestra nakama. - dijo Nami, dándole un apretón de manos para mostrarle su apoyo. 

La chica sonrió en señal de aprobación y siguió escuchando lo que Tetsu y los demás habían planeado. Mientras ellos hablaban, la mente de Hikaru comenzó a recordar todo lo que había vivido con el espadachín, desde que lo conoció hasta las últimas palabras que le había dedicado. Estaba muerta para él. Las lágrimas empezaron a correr por su rostro silenciosamente, sin ella percatarse siquiera. 

-Eh… Hikaru, ¿estás bien? - preguntó preocupada Robin. 

No pudo contestar y empezó a llorar desconsoladamente. Nami y Robin no perdieron ni un segundo y la abrazaron, haciéndole sentir que no estaba sola. 

Luffy preocupado miró hacia dónde se encontraba Zoro, pero ya no se encontraba allí. En ese momento lo comprendió. Zoro volvía a ser el motivo de las lágrimas de la chica. Sin decir nada, se levantó y salió en busca del espadachín. 

Al otro lado de la puerta de la taberna, se encontraba el peliverde. Por más que intentaba quitarse a Hikaru de la cabeza, no podía. ¿Había hecho bien en decirle aquello? Sabía que después de aquello no había vuelta atrás, debía olvidar lo que sentía por ella y seguir adelante. 

-Zoro. - lo llamó serio el capitán. 

-Luffy, ¿qué haces aquí fuera? - preguntó extrañado. 

-Hikaru no para de llorar. ¿Me puedes explicar por qué? - volvió a hablar en tono serio. 

-¿Que te lo explique yo? Pregúntale a ella, a mi no me importa lo que le pase. - contestó, sintiendo un pinchazo de culpabilidad en el pecho. 

-Zoro, te dejé bien claro que era nuestra nakama y que la íbamos a ayudar sin importar lo que hubiera pasado. - Luffy estaba comenzando a enfadarse, algo impropio en él. 

-Luffy accedí a traeros aquí, a pesar de saber que no era una buena idea. Esa traidora nos va a poner en peligro a todos, así que permíteme no estar de acuerdo en ayudarla. Lo único que hago es tratar de proteger a mis nakamas. - contestó Zoro, empezando a subir el tono. 

-Hikaru también es tu nakama y le debes el mismo respeto que al resto de la tripulación.

-Nunca ha sido nuestra nakama, simplemente nos ha utilizado. ¿Piensas poner a los demás en peligro por una chica que resulta que no conocemos?-Zoro no quería enfadarse con Luffy, pero no podía entender como anteponía a la chica a sus nakamas. 

-Zoro para mí mis nakamas son más que mi tripulación, son mi familia. - dijo sinceramente.- Así que si no quieres formar parte de ella, no te puedo obligar, pero Hikaru también es parte de ella y no la voy a abandonar. 

Era la segunda vez que Luffy le daba un ultimátum. No podía creer que fuera capaz de dejar que se fuera, pero Zoro sabía que Luffy no jugaba con estos temas. Necesitaba pensar y evadirse, así que dio media vuelta y se alejó de allí, dejando solo a su capitán. 

Luffy sabía que Zoro sería incapaz de abandonarlos, pero esta vez había llegado demasiado lejos. Comprendió que necesitaba meditar su decisión y lo dejó marchar sin decir nada más. 

Mientras tanto, en el interior de la taberna, Hikaru parecía haberse calmado un poco, aunque se negaba a explicar qué es lo que había pasado para que ella estuviera así. 

-Hikaru puedes confiar en nosotros. Cuéntanos qué te pasa. - dijo el renito dulcemente. 

-Estoy bien, de verdad. Solo necesito estar sola un rato y tranquilizarme. - habló entre sollozos. 

-Hikaru, ven aquí. - la llamó Tetsu - ¿Quieres saber dónde iba tu padre cuando no quería que nadie lo encontrara? - preguntó paternalmente. 

La chica se acercó y escuchó pacientemente cómo llegar al lugar que Tetsu le indicaba. Momentos más tarde, salió por la puerta en dirección al lugar secreto de su padre. 

Con cuidado, fue siguiendo las indicaciones hasta llegar a un frondoso bosque. No había ningún camino, así que se fue abriendo paso entre árboles y ramas de arbustos. Al retirar unas grandes hojas divisó su destino: un pequeño lago bañado por una cascada. Sin duda entendía porqué su padre se escondía ahí. 

No podía dejar de admirar hasta el más mínimo detalle de aquel lugar. Todo era perfecto, hasta que se fijó en una gran roca en la orilla del lago. No podía creerlo. Él estaba ahí. Sentado sobre la roca, observando la superficie del agua, con el cabello mojado y con el torso descubierto, se encontraba el hombre que ocupaba todos sus pensamientos. Roronoa Zoro. 

Hikaru intentó volver sobre sus pasos, intentando que el espadachín no reparara en su presencia. Estaba tan concentrada en que él no la viera, que tropezó con la raíz de un árbol y acabó cayendo. Demasiado tarde, la había descubierto. 

¡Hola chicos! Siento haber desaparecido estas semanas, pero tenía mis últimos exámenes en la uni y necesitaba todo mi tiempo para estudiar.

Este capítulo es un poco más corto de lo normal, pero os prometo que el siguiente lo va a compensar 🙊🙊

¿Qué pensáis que va a ocurrir? ¿Creéis que Hikaru se irá o decidirá enfrentar a Zoro una última vez?

Nos vemos en el próximo capítulo 💚💚💚💚

Verdad oculta [One Piece fanfic. Zoro x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora