Capítulo 36

891 78 13
                                    

Unos golpes secos en la puerta interrumpieron la conversación que se estaba produciendo en la taberna. Tanto los mugiwaras como los hombres del capitán Haru se pusieron en guardia, a la espera de descubrir quién pretendía entrar allí. 

-Tetsu, soy yo. - se escuchó al otro lado de la puerta. 

-Por fin está aquí. - suspiró el hombre, dejando a un lado su preocupación - Abridle la puerta. 

Hikaru apareció con actitud despreocupada, nada que ver con la actitud con la que había abandonado el lugar. Esto no fue lo que más sorprendió a los allí presentes, sino la persona que la acompañaba. 

-¡Zoro! - gritó Chopper contento al ver que el peliverde había decidido volver. 

-¿Por qué has tardado tanto en volver? Nos tenías preocupados. - habló Tetsu con actitud paternal. 

-¿Dónde estabas Hikaru? ¿Y por qué tienes el pelo mojado? - preguntó Nami confundida al ver que tanto ella como el espadachín venían empapados. 

-Se ha caído a un lago y he tenido que rescatarla. - mintió Zoro, mirando de reojo a la chica. 

-¿Rescatarme tú a mí? ¿No crees que ha sido al revés? - rebatió ella sarcástica , provocando una de las típicas disputas que tenían entre ambos. 

Los mugiwaras se tranquilizaron al ver que esos dos volvían a tratarse como antes de que sucediera todo. Luffy intervino para terminar de aclarar el asunto:

-Zoro, ¿has tomado ya una decisión?- intervino serio el capitán.

-Reconozco que mi comportamiento no ha sido el adecuado y que no he actuado como debería, así que quiero pedirte perdón Luffy.- reconoció avergonzado, al recordar cómo había hablado a su capitán.

-No es a mí a quien deberías pedirle perdón, Zoro.- concluyó, mirando a la morena.

Zoro al entender a lo que se refería, se giró para quedar frente a frente con Hikaru. 

-Y bien Roronoa, ¿qué tienes que decirme?- preguntó entre risas la chica, intentando enfadarlo.

-Si te vas a reir de mí, no tengo nada que decirte.-respondió serio el espadachín dándose la vuelta.

Hikaru al ver que todos los estaban mirando no quiso seguir alargando el momento y lo agarró del brazo.

-Venga Zoro, que te perdono. No hace falta que digas nada.- le dijo, dándole un abrazo.

El espadachín que no esperaba que la chica fuera tan cariñosa con él en público, se sonrojó levemente, pero mantuvo la compostura al separarse de ella. Sin duda, no había quien entendiese a aquella muchacha.

Tras esto todos los presentes siguieron con la reunión que estaban manteniendo. Debían ultimar los detalles del plan para asegurarse de que a Hikaru no le ocurriría nada y que todo salía según lo previsto. Mientras tanto, Zoro y Hikaru se habían quedado apartados del grupo y hablaban de lo que había pasado minutos antes.

-¿A qué ha venido ese abrazo?-preguntó Zoro extrañado- No querrás que todos piensen que ahora nos llevamos bien, ¿no?- rió sarcástico.

-No te preocupes, solo lo he hecho para ahorrarte el tener que humillarte ante mí delante de todos.- dijo acercándose demasiado al chico- A partir de ahora no me volveré a acercar a ti y seguiremos siendo “enemigos”.

-Ah, ¿así que no te piensas volver a acercar a mí?- preguntó sonriendo de medio lado- No creo que seas capaz de mantener eso durante mucho tiempo.- le susurró al oído antes de irse con el resto del grupo.

Una ola de calor recorrió el cuerpo de la chica, sabiendo que el chico tenía razón. No veía la hora de volver al barco y poder estar a solas con él, para poder repetir lo que había pasado en el lago horas antes. 

Zoro era consciente de que la chica no aguantaría mucho sin acercarse a él, pero también sabía que a él también le costaría mantenerse al margen. Desde el momento en el que besó a la chica y tras haber sentido su cuerpo en el lago, lo único en lo que podía pensar era en hacerla suya otra vez.

-Zoro...Zoro… ¡Zoro!- lo llamó Ussop- ¿Te ha quedado claro el plan?

-¿En qué estará pensando el cabeza de alga?- preguntó Sanji enfadado por la falta de interés del peliverde.

-Si tú supieras, cejillas…-murmuró el espadachín, sonriendo para sí mismo.

Una vez estuvo todo claro, decidieron que era el momento de que las dos tripulaciones se separasen y cada una llevara a cabo su parte del plan: los mugiwaras llevarían a Hikaru hasta la isla de Atlur, donde se encontraba Kenji, y el resto intentaría conseguir un barco para llegar hasta aquella isla, donde se enfrentarían a la tripulación de Kenji al fin. Era un plan arriesgado, puesto que Tetsu no estaba seguro de poder conseguir un barco que los llevara hasta allí, pero debían intentarlo, su obligación era cuidar de la hija de su gran amigo.

Hikaru se acercó a Tetsu y lo separó del resto para hablar con él. Necesitaba agradecerle todo lo que había hecho por ella y más aún lo que estaban a punto de hacer.

-¿Qué me quieres decir, pequeñaja?-le preguntó Tetsu acariciándole el pelo como hacía cuando era pequeña.

-Quería darte las gracias, Tetsu. Todo lo que has hecho por mi es increíble. Sin tu ayuda ni siquiera hubiera sido capaz de saber dónde se encuentra Kenji.-sonrió sinceramente.

-Sabes que no tienes que agradecerme nada, Hikaru. Todos estamos muy orgullosos de la mujer en la que te has convertido.- se sinceró, haciendo que a la chica se le saltaran las lágrimas.

-Sí, sí que tengo que agradecerte, porque gracias a ti y al resto de la tripulación el espíritu de mi padre sigue vivo y al fin voy a poder honrarlo como se merece: recuperando lo que es suyo, la Perla.

-Y cuando la recuperes, ¿qué vas a hacer? ¿piensas capitanearla?- preguntó curioso.

-No había pensado en eso... ahora formo parte de los mugiwaras y no creo que sea buena idea dejarlos después de todo lo que han hecho por mí.- reconoció dudosa.

-Pues todo el mundo cree que es lo que va a pasar, incluso ellos.- este comentario descolocó a Hikaru.

-¿Por qué creen eso? ¿Siguen desconfiando de mí? ¿Creen que los voy a utilizar para conseguir el barco y luego los voy a abandonar?- Hikaru angustiada no paraba de hacer preguntas.

- Hikaru, tranquila, no es eso. Simplemente todos creen que eres la persona indicada para capitanear la Perla Negra y seguir con el legado de tu padre, solo es eso.-dijo intentando tranquilizarla- Los mugiwaras están orgullosos de ti y respetarán tu decisión, sea cual sea.

-Tetsu, aunque me encantaría hacerlo no creo que pudiera.-reconoció- Y no es porque no quiera, porque nada me haría más feliz que ser la sucesora de mi padre, pero creo que mi sitio está con los Sombrero de Paja.

-Si es esa tu decisión la respetaremos, pero dime una cosa: ¿es por ese chico?- preguntó divertido.

-¿A quién te refieres?- contestó sonrojada.

-Al espadachín, quien si no.- la cara de la chica le dió la respuesta que estaba buscando- Parece un buen chico, a tu padre le gustaría.

-Eso creo, ojalá estuviera aquí para conocerlo.- dijo con voz triste.Tras una breve pausa en la que reflexionó, volvió a hablar- Tetsu, prométeme que serás el capitán de la Perla.

-Solo si es bajo tus órdenes.- sentenció el hombre.

Hikaru feliz tras aquella respuesta, abrazó al hombre y así sellaron su pacto.

¡Hola chicos! Siento haber tardado tanto en actualizar, pero este mes he estado muy liada con el trabajo y la universidad y no he tenido tiempo para escribir.

¿Pensáis que Hikaru mantendrá lo de no acercarse a Zoro o acabará cayendo de nuevo en la tentación?

Espero que os haya gustado el capítulo ☺️☺️ Os leo en comentarios ❤️❤️❤️❤️

Verdad oculta [One Piece fanfic. Zoro x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora