Capítulo 4

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Tras despedirse de su familia, Hikaru se dispuso a comenzar su nueva vida; la vida que siempre había soñado y que nunca se hubiera atrevido a tener, si no llega a ser por aquel chico.

Dejar todo atrás no le iba a resultar fácil, esa isla era todo el mundo que había conocido hasta ese momento y dónde se encontraba lo más importante para ella: su madre y Sora. Echarlas de menos sería algo con lo que tendría que aprender a vivir, si quería cumplir su sueño.

En su cabeza todo estaba hecho un lío, pero si algo tenía claro, es que a partir de ese momento iba a ser quién quisiera ser, sin importar lo que pensara la gente.

Su futuro estaba delante de sus narices y ella estaba tan ensimismada que ni se daba cuenta.

- Hikaru. Hikaru. HIKARUUUUUU.- gritó Luffy haciéndola despertar de su ensoñación.

-Perdón, estaba pensando y no he escuchado nada de lo que me habéis dicho.- confesó agachando la cabeza, muerta de la vergüenza.

- Pues empezamos bien…- dijo entre dientes el peliverde, quien no estaba de acuerdo con la decisión del capitán.

Hikaru se dio cuenta de que no era del agrado de aquel chico, lo que la entristeció, pues todos los demás sí que habían mostrado un gran interés por su incorporación. Decidió dejarlo pasar, quizás era solo imaginación suya.

- ¿Qué me estábais diciendo?

- Decía que este es nuestro SUUUUPER barco, el Thousand Sunny.- informó aquel hombre que decía llamarse Franky y ser un cyborg. Hikaru no sabía bien a qué se refería, pero ya investigaría sobre ello.

-También te hemos dicho nuestros nombres, pero parece que de eso tampoco te has enterado.- río divertida la morena por la cara de vergüenza de la chica.

-Lo siento, de verdad. Han sido tantas emociones en tan poco tiempo, que mi mente ha colapsado.- dijo agachando la cabeza.

-No te preocupes, eso puede pasarle a cualquiera. Por cierto, soy Nami, la navegante, y también la que controla el dinero de la tripulación, así que si necesitas un préstamo ya sabes a quién acudir.

-No le hagas caso o te arruinará.- susurró el chico de la nariz alargada- Te prestará el dinero y luego te pedirá que le pagues un 75% de intereses.

Un fuerte golpe se escuchó e instantes después, el chico se encontraba en el suelo.

- ¿Qué has dicho Usopp?- la cara de Nami estaba roja por el enfado y el pobre Usopp, había sufrido las consecuencias.- Espero que recuerdes que tienes una deuda conmigo, porque ahora tendrás que devolverme el doble de lo que te presté.

-Esto es lo normal aquí, espero que no te asustes y salgas corriendo. Yo me llamo Robin y los demás son Franky, Brook, Chopper, Sanji y Zoro.- los nombró uno a uno mientras los iba señalando.

Hikaru iba haciendo una lista mental de los nombres, cuando se fijó en ese animalillo tan mono. Se acercó hasta él y se agachó para mirarlo bien.

-¿Eres un mapache?- preguntó tras haberlo mirado detenidamente.

-¡Qué no soy un mapache, soy un reno!-gritó enfadado.

-¡Pues eres el renito más mono del mundo!

Hikaru abrazaba tan fuerte a Chopper, que parecía quererlo asfixiar. Nunca había visto un animal tan mono, sin duda no se iba a separar de él en mucho tiempo.

Chopper hacía su singular baile, mientras que el resto de mugiwaras observaban la tierna escena. Pasó un rato hasta que uno de ellos decidió que ya había visto suficiente.

- Será mejor que nos dejemos de tonterías y subamos al barco, ya hemos perdido mucho tiempo en esta isla.-dijo Zoro subiendo al barco.

Este comentario reafirmaba la teoría de Hikaru de que Zoro no estaba contento con su presencia allí. Se planteó preguntarle el motivo cuando ya se hubiera adaptado a la tripulación, pero decidió desechar esa idea, puesto que el mero hecho de hablar con él le imponía demasiado.

-Esta bien. Vamos Hikaru, te enseñaré nuestra habitación. Puedes dormir con nosotras si quieres, porque no creo que prefieras dormir con estos pervertidos.- dijo Nami mirando a Sanji y a Brook.

Tras seguir a Nami a través de los distintos lugares del Sunny y conocer la que sería su nueva habitación, Hikaru decidió salir a cubierta.

Acababan de zarpar, por lo que se dirigió a la barandilla del barco para observar por última vez la isla. Desde allí podía ver el último lugar en el que había estado antes de embarcar. Su mirada se clavó en aquel acantilado, donde había presenciado tantos y tantos atardeceres, buscando desesperadamente encontrar un poco de paz interior. Recordó su promesa, no la que le había hecho emprender ese viaje, sino aquella que entrañaba su secreto más oscuro, y una lágrima se deslizó por su blanca piel.

Se giró hacia el barco, no sin antes guardar en la memoria la imagen lejana de la isla que había sido su hogar hasta entonces, y se encontró con Ussop y Chopper disfrazados. Una mesa con tres sillas se encontraba en medio de la cubierta, lo que la desconcertó aún más.

-Hikaru, ¿quieres jugar con nosotros a los periodistas?-preguntó el renito avergonzado, escondiéndose tras su compañero.

-Bueno...vale. ¿Qué tengo que hacer?- no estaba muy convencida de lo que pretendían aquellos dos, pero accedió curiosa.

-Tienes que sentarte aquí y responder a nuestras preguntas. No podemos permitir que alguien se una a nosotros, sin saber nada sobre él. Es el deber del gran capitán Ussop defender a su tripulación.

La chica se sentó frente a los dos “periodistas”, un poco asustada por lo que querían saber de ella. Si algo tenía claro, es que había aspectos de su vida que no pensaba desvelar así como así.

-Muy bien, empieza presentándote.- dijo Chopper, tomando una libreta y un bolígrafo para apuntar todos los detalles.

-Me llamo Hikaru Tukusama, tengo 19 años y nací en la isla en la que habéis estado, Waterport, aunque parte de mi familia es de otra isla, llamada Meltgrove. Trabajo en la taberna de mi madre la mayor parte del tiempo y creo que eso es todo.

-¿Por qué has decidido unirte a nosotros?-la interrogó el chico, comprobando que Chopper estuviera apuntando todos los detalles de la entrevista.

- Siempre he querido convertirme en pirata, desde que era muy pequeña, aunque la gente del pueblo no se lo tomaba muy bien cuando lo decía. Muchos pensaban y siguen pensando que las mujeres no podemos salir a navegar y vivir libremente.- admitió.

-De acuerdo. ¿Dónde vives y con quién?- intervino Chopper.

-Vivo en una casita pequeña al otro lado de la isla, alejada del centro del pueblo, y mi madre y Sora viven allí conmigo.- la conversación estaba tomando un rumbo que a Hikaru no le gustaba nada. Tarde o temprano lo preguntarían.

-Entonces vives con tu madre y tu hermana en una casa pequeña.- repitió Ussop apuntando en su libreta.

-No, Sora no es mi hermana, es mi prima.-confesó la chica.

-Ah, pensábamos que erais hermanas.-dijo el chico desconcertado.- ¿Y tu padre no vive con vosotras?

-Creo que ya os he dicho todo lo que queríais saber.- contestó seria, mientras se levantaba de su asiento.

Hikaru abandonó la cubierta lo más rápido que pudo, bajo la atenta mirada de los dos investigadores y de Zoro, quien fingiendo estar dormido no había perdido detalle de la conversación.

Esa chica era muy misteriosa, lo había sabido desde el incidente en la taberna, y esto solo lo había confirmado. Hikaru guardaba secretos y Zoro estaba dispuesto a descubrir de qué se trataban.

¡Hola chicos! Ya está aquí el nuevo capítulo, no tiene tanta acción como los anteriores pero había que conocer un poco más a Hikaru.

¿Por qué pensáis que Hikaru se ha enfadado tanto? Me gustaría saber que pensáis, así que dejarmelo en los comentarios.

Un beso y ¡hasta la próxima semana!😄😄😄

Verdad oculta [One Piece fanfic. Zoro x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora