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Unas horas más tarde, ya tenía todo preparado.

Mis pertenencias ya estaban metidas en la maleta y en mi mochila, yo estaba en la parte trasera del coche de mis padres, y por fin estábamos a escasas manzanas del aeropuerto,  después de haber tenido que dar media vuelta dos veces debido a que se me olvidaba el móvil o cualquier otro artefacto aunque careciera de mucha importancia.

- Hemos llegado -anunció mi padre triunfante, tras haber esquivado varios atascos, una vez hubo aparcado salió del vehículo y sacó mis cosas del maletero-.

Mi madre no hablaba, sólo se limitaba a mirarme de vez en cuando para extender su preciosa sonrisa que yo misma había heredado, y le correspondía con el mismo gesto.

Al salir del coche, puse mi brazo alrededor de sus hombros para tranquilizarla.

Caminamos hasta llegar a la cola del "Check-in" dónde había alrededor de 50 personas esperando. Después de unos largos minutos, nos dirigimos hacia unos asientos cercanos para acomodarnos.

- Quedan dos horas y media para que salga mi vuelo. -le dije a mi padre aunque parecía tenerlo todo controlado.- Ya hablé con el casero de la hora a la que llegaría y dónde nos citaríamos para que recogiera las llaves.

- Vivirá unos pisos debajo tuya ¿me equivoco? -Negué con la cabeza.- Eso es bueno, facilitará muchas cosas.

- Cierto -Se apresuró a agregar mi madre- Tendrás muchos vecinos y será un barrio muy agitado según lo que sabemos, está muy cerca del centro, tienes que tener cuidado.

- Lo sé mamá, lo tengo controlado. -Hice un gesto de fortaleza con el brazo mientras me reía-.

Las horas pasaron demasiado rápido, mi padre contaba los chistes malos que tanto me gustaban y mi madre nos decía la poca gracia que teníamos, irónicamente, lo hacía mientras se reía ante nuestra estupidez.

Llegó el momento. Tenía que ir a embarcar.

- Te vamos a echar muchísimo de menos -Dijo mi padre, quién hasta ese entonces sólo había estado sonriendo y ahora sus ojos se aguaban-.

Les abracé a los dos lo más fuerte que pude, sentía a mi madre fría, ella no lloraba, nunca lo solía hacer, y eso me aliviaba aunque supiera que en su interior lo estaba deseando.

- Os quiero mucho. No os preocupéis demasiado por mí, os voy a llamar cada día, e incluso si se me ocurre un chiste malo os llamaré.- Sonreí a pesar de que algunas lágrimas también asomaban de mis ojos-.

- Y nosotros a ti, cariño. -Decía mi madre en medio del abrazo-.

Por un momento me planteé cambiar de decisión, no irme a Estados Unidos.

¿Y si no me iba? ¿Y si retrocedía hasta el momento en el que mi tío me mencionó que un colega suyo tenía un piso en una ciudad de Ohio, cerca del que había un prestigiosa universidad que podría interesarme?

Recordé mi promesa, y las palabras que mi abuela tanto me repetía:

"Si no te arriesgas a caer jamás podrás avanzar, pequeña"

Mi garganta se secó y mis brazos forcejearon cuando mis padres se despedían con la mano mientras yo avanzaba hacia la puerta de embarque.

Unos minutos más tarde estaba sentada junto a una ventanilla de avión.

Tras unas indicaciones que nos dieron las azafatas, me puse los cascos para poder escuchar la cálida voz del cantante Luke Hemmings, mientras me hundía en mi asiento pensando en las ocho horas de vuelo restantes.

Tendría mucho tiempo para pensar y, definitivamente no quería eso.

Era hija única y tenía miedo de que mis padres me echaran demasiado de menos, aunque tal vez en verdad tenía más miedo de lo que yo les podría llegar a extrañar.

Iba a ir a una universidad bastante prestigiosa de Cleveland, "Case Western Reserve University", iba a empezar una carrera, alejada de todo lo que conocía y de todas las personas a las que quería y para colmo viviría sola por primera vez en mi vida.

Todo aquello originaba un zoo en mi estómago sólo de pensarlo, pero decidí coger el libro que había traído conmigo (Harry Potter y El Misterio del Príncipe), a pesar de ser la octava vez que lo leía, se sentía cómo la primera. 

Y no pude evitar dejar de pensar en todo lo que traía loca mi cabeza hasta ese entonces hasta sumergirme por completo en aquel libro, distanciando todas mis preocupaciones e inseguridades de mi mente.






Efecto Mariposa💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora