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Viernes.

Los días habían transcurrido con una tranquilidad que en verdad agradecía. 

Jin cada vez estaba más animado, pues Namjoon siempre le mantenía entretenido.

Jungkook me había preguntado si podíamos quedar varias veces, aunque sólo habíamos pasado algo de tiempo juntos cuando estábamos en el balcón, pues puse la escusa de que pronto tendría mi audición, y él parecía respetarlo, aunque sabía que en el fondo estaba desilusionado.

Me odiaba por ser así, pero prefería no tener que ver cómo el muchacho me aportaba todo su cariño y no saber cómo responder ante ésto, porque sí, yo siempre estaba abrazando a todo el mundo, pero no si podía hacer ilusiones equivocadas. 

Llegué pronto de clase, aproveché para darme una ducha y descansar unos minutos, la fiesta sería esa misma noche, y, en verdad, después de lo ocurrido hace varios días, no tenía demasiadas ganas, pero ya había dicho que iría, por lo que ahora no podía negarme.

Mi móvil vibró, lo tomé entre mis manos para observar la notificación de WhatsApp que saltó en mi pantalla, riendo ante el nombre de contacto, ya que había olvidado por completo que lo cambié, pues no hablábamos desde hace mucho tiempo por mensaje.

Taetae

Isa, nos veremos en la fiesta

He estado pensando... Podríamos hablar hoy con Jungkook, ambos coincidimos en que cuánto antes sea, mucho mejor, y bueno, ¿te parece bien?

Me paré mirando al techo unos segundos, ese día llegaría tarde o temprano, no tenía que seguir evitándolo sólo por no causar problemas cuando escabullir todo aquello sería peor. Así que, me apresuré a responder.

Sí Tae, me parece bien

Taetae

No estamos haciendo nada malo

Mis dedos temblaron al leer aquel mensaje.

Lo sé... Es lo mejor, nos vemos en la fiesta

Quería decirle lo mucho que lo quería y que era sólo gracias a mis sentimientos por él que no me hundía en el completo vacío, pero ya tendría tiempo cuando todo se solucionara. 

Recordé aquel día, los labios de Taehyung rozando los míos, una sonrisa posándose en mi rostro antes de darme cuenta de mis rubores. Abrí los ojos rápidamente, sintiéndome estúpida, y corrí hasta la habitación, buscando algo que ponerme para la fiesta, sería una noche larga, estaba segura de aquello.

Llegaron las 22:00 y yo recién salía de casa, había quedado hace quince minutos pero mágicamente mis llaves habían desaparecido de mis pantalones, o, tal vez puede que sea demasiado despistada para recordar que las había sacado para dejarlas sobre la estantería.

-Isa, por fin, vamos, llegamos tarde -Añadió la castaña frente a mí-.

-¿Y Rosé? -Encorvé las cejas, las chicas parecían inseparables, jamás encontrarías a una sin la otra si no era por los motivos laborales de Lisa-.

-Dijo que estaba ocupada y llegaría más tarde -Sonrió fugazmente, para volver a posar los ojos sobre el asfalto mientras caminábamos-.

-Puede que sea por Jimin. -Posé mi brazo alrededor de su cuello, dándole un pequeño achuchón y sintiendo mis mejillas ser agarradas en respuesta-.

Efecto Mariposa💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora