Sé que me jure millones de veces no volver a hacerlo.
Pero, no podía ver así a mi amiga. Por lo que, me concentré unos segundos en el momento en el que había estado conversando con el rubio aquel día.
Y, en un tiempo breve, todo volvió atrás.
Me hallaba allí mismo, frente a Jimin, caminando hacia la academia de baile, suspiré aliviada al saber que tenía la oportunidad de cambiar la noche de sufrimiento de la pelirroja. Aunque mi cabeza dolía del mareo.
-Bueno Jimin... ¿Qué hay de ti? Sólo hablamos sobre el baile, que no digo que esté mal, pero podrías contarme otras cosas -Le guiñé el ojo complice-. ¿Qué tal con las chicas? -El chico se dispuso a hablar-. Y no hablo sobre la niña del pozo, que sé que aún no te ha visitado.
Era gracioso ver la cara de sorpresa de Jimin al ver que había descubierto lo que me iba a contar.
-Chicas... En realidad, nunca he sido muy bueno con las chicas, me gusta una y... -Interrumpí al muchacho, quería cambiar todo lo que le había dicho-.
-¿Quién es? Si se puede saber, claro... -Le miré aportándole confianza-.
-Supongo que sí, te lo puedo decir, es Lisa, aunque... Sé que ella no está interesada en mí. He quedado esta misma noche con Rose para que me ayudara a declararme. -El chico andaba ahora cabizbajo después de su confesión-.
-Ah... Jimin, no creo que sea una buena idea... -El chico asintió mientras me miraba-.
-Le gusto a Rose, ¿verdad? -Me sentía mal traicionando el secreto de la chica, pero no quedaba otra si quería evitar que su corazón se destrozara en miles de pedazos, así que asentí apenada-. Lo sospechaba, pero necesitaba confirmarlo...
-Escucha, sé que tú no puedes decidir quién te gusta, pero Lisa no está interesada y lo sabes... Le gustas a su mejor amiga, es normal. Y, respecto a Rose, no merece sufrir, tú sabes que es una chica muy especial, ¿podrías al menos intentar verla de una manera lejana a la amistad? Sé que tal vez pido mucho, pero esa chica es genial y no merece nada malo... -Intentaba ser lo más clara posible, el chico se mostró comprensivo ante mis palabras-. Y, Jimin, si necesitas cualquier cosa, sabes que siempre voy a estar aquí. El amor es bonito, supongo, pero a veces puede ser una gran mierda.
-De verdad que muchas gracias Isabel, si se lo contaba a Rose sólo iba a joder las cosas, y, tienes razón. No es que quiera hacerle ilusiones, pero siempre la he visto como mi amiga y descartaba la posibilidad de algo más antes de que rozara mi cabeza. Gracias de verdad -El chico me abrazó, y yo le correspondí-.
Mi corazón se sentía tan tranquilo después de aquello que no podía expresar la felicidad que recorría mi mente a pesar del fuerte dolor de cabeza. Aquel poder me consumía por dentro, pero total, sólo lo iba a usar una vez, ¿qué podría salir mal?
El resto del día transcurrió tranquilo, el encuentro con Inés, el recorrido por la academia con el muchacho, aunque, una hora después, quise quedarme allí un rato y practicar, ya que quería probarme toda la ropa que la misma escuela me brindaba.
-Me quedo contigo, hasta esta noche no he quedado con Rose, así que tengo tiempo hasta entonces -Sonreía, él también estaba aliviado después de la conversación que habíamos tenido-.
-Perfecto, espérame en la sala de siempre, voy al baño a ponerme esto -Señalé la ropa y, seguidamente, caminé hacia mi destino, cambiándome y admirándome unos segundos en el espejo-.
No os confundáis, no soy ni nunca he sido una persona presumida ni egocéntrica, pero ver la ropa que llevaban las profesionales del ballet puesta en mí me producía una adrenalina incontrolable. El maillot era de cuello alto, color negro, y, aunque, obviamente, aún no podía llevar puntas, llevaba las zapatillas habituales de ballet.
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Efecto Mariposa💫
FanfictionEstás a punto de entrar en mi mente ¿estás seguro de querer seguir leyendo? Siempre pensé: Ojalá pudiera controlar el tiempo a mi antojo y retroceder en cada decisión de la que me arrepienta, hasta que lo conseguí. ¿Podrás soportar adentrarte en mi...