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Después de unos minutos, ambos fuimos decididos a buscar a Jungkook, pero, por más que andamos por toda la casa, no había ni rastro del muchacho.

-A lo mejor aún no ha llegado -Añadí, buscando alguna explicación mental a la ausencia del castaño, saqué el móvil del bolsillo de mi chaqueta- Voy a llamarle, espera aquí ¿vale? -Salí de la aglomeración de personas, parando en la acera de en frente de la casa, marcando el número-.

Repetí la acción varias veces, pero me mandaban directamente al contestador de voz, por lo que Jungkook tenía el móvil apagado. Me dirigí hacia la entrada, para mi sorpresa, topándome con Jin a escasos centímetros.

-Anda, hola Isa, os iba a buscar -Sonreí, automáticamente guardando el teléfono y preguntándole-.

-¿Sabes algo de Kookie? Le he llamado unas cinco veces, pero no hay manera de contactar con él. Pensé que vendría -Rasqué mi nuca-.

-¿No está aquí ya? -El chico arqueó una ceja, extrañado-.

-Qué va, y le dijo a Taehyung que llegaría pronto. -Humedecí mi labio, tomando ambas manos para ocultar un poco el nerviosismo-.

-No te preocupes, puede que llegara y al no encontrarnos se marchara, vamos a intentar disfrutar de la fiesta, mañana nos contará lo sucedido -Sonrió brillantemente, invitándome a pasar con él-.

El resto de la noche no fue nada especial, Rosé tampoco apareció, por lo que me prometí que debía buscar a la pelirroja pronto para saber la razón de su ausencia los últimos días, mi mente viajando hacia el castaño, del que se notaba demasiado su ausencia. Sin escuchar de lo que hablaban las personas de mi alrededor, alcé la vista hacia sus rostros y comenté finalmente.

-Creo que voy a ir a casa de Jungkook, no puedo estar tranquila sin saber nada de él -Caminé en dirección contraria a la que se encontraban, mi brazo siendo tomado por una mano cálida mientras los demás me despedían-.

-Voy contigo -Añadió Lisa- Me estoy agobiando aquí -Sentenció, caminando rápidamente sin soltar el agarre que nos unía-.

-¿Estás mejor? -Murmuré al ver la bocanada de aire que respiraba al salir a la calle, tomé su frente- Al menos no tienes fiebre.

-Sólo estoy cansada, y no puedo dejar de pensar en Rosé. -Mis ojos vagaron hasta encontrarse con los suyos-.

-¿R-rose? ¿Tú sabes lo que le pasa? -La chica suspiró-.

-En verdad, creo que soy la razón por la que se aleja...-No pude evitar sorprenderme, alzando su rostro-.

-¿Por qué dices eso? ¿Qué ha pasado? -Mis cejas arqueadas ante la confusión por lo que vendría-.

-Pues... Supongo que es bueno que lo suelte... -Mordió su labio ahogando una risa sarcástica- Hace unos días habíamos quedado, parecía que sólo tenía tiempo para estar con Jimin y me apetecía hablar con ella, pero tocamos un tema un poco delicado y... No pude aguantarme y callarme nuevamente. -Su mirada estaba triste, tomé su mano acariciándola lentamente, impulsándola a continuar su relato, ella me miró y obedeció mi orden implícita- L-le dije que no tenía que dejarnos de lado, que Jimin era un chico y, por mucho que lo quisiera no sabía de sus sentimientos...

-Se lo tomó a mal... -Rodé los ojos-.

-Mal no, fatal, pero eso sólo fue el detonante. Ella me empezó a decir que era una mala amiga porque nunca la apoyaba y, empezó a insinuar que tal vez me gustaba Jimin y por eso le arruinaba todas sus emociones... No sabes lo que me rompió aquel comentario -La miré, compresiva-.

-Debe ser muy duro, cuando tú solo intentas ayudarla, que ella lo vea de esa manera... Y si por eso está evitando estar... -La chica negó con la cabeza-.

Efecto Mariposa💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora