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Narra Jungkook

Colgué el teléfono antes de que mi mal humor aumentara, aunque casi parecía imposible que aquello fuera posible que ocurriera.

Me sentía tan ingenuo, solté una leve risa luego de que mi cabeza rememorara las palabras anteriormente pronunciadas por Namjoon.

Estás complicando las cosas.

-Y una mierda... -Susurré al tiempo que presionaba el puente de mi nariz con los dedos, suspiré derrotado tras la intensidad de la conversación-.

-Jungkook, hey... -Escuché tras de mí, la calidez de la voz de Hoseok me envolvió, provocando que me diera la vuelta para mirarle fijamente su rostro-.

-E-estoy bien -Murmuré antes de que mi labio inferior temblara y mis ojos comenzaran a aguarse con timidez-.

-No, no lo estás -El chico se acercó a mí- y es normal, sólo escúchame ¿sí? -Asentí limpiando las lágrimas que aún recorrían mis mejillas con la manga del jersey- Si regresas, todo se volverá a repetir... No mereces tanto daño. 

Sus palabras se clavaron en mi interior con una profundidad aplastante, recordé todos los momentos en los que mis padres y Taehyung habían repetido una y otra vez que si Hoseok aparecía debía de avisarles cuanto antes, y que verle no era bueno. 

¿Ellos qué sabían lo que era bueno para mí? 

-Gracias Hoseokie -Agaché la mirada, sintiéndome culpable por haber seguido todos aquellos consejos pasados-.

-No me agradezcas, sólo no permitas que me dejen irme de tu lado. -Negué con la cabeza antes de que el muchacho sonriera triunfante y añadiera unas últimas palabras- Vamos a olvidar todo lo malo, y vamos a estar juntos, para siempre, Kook, no lo olvides.

···

Narra Taehyung

Llamé a los padres de Jungkook unas diez veces pero en ninguna de ellas dio tono.

Esta vez lo tendría que solucionar sin su ayuda.

Suspiré mientras Yoongi buscaba incesablemente por internet y google maps algún hostal cercano al bar dónde Drew había divisado a Jungkook hacía un par de días.

Recordaba perfectamente la primera vez en la que los padres del castaño le habían preguntado sobre si el chico tenía nuevas amistades en el colegio, pues no volvía a casa luego de las clases y llegaba casi de madrugada. También rememoré los rechazos que el pequeño había sufrido y las veces que le intenté ayudar y éste no me permitió hacerlo. 

Aunque sabía que parte de la culpa era mía por haberle permitido que se alejara de esa manera de mi lado. Jungkook sólo era un niño pasando por una mala racha y había acabado perdiendo por completo el rumbo, y nadie sabía el porqué.

Cuando los padres de éste, descubrieron la raíz del problema, todo había cobrado sentido para mí. Al principio me sentí aterrado, cuando mi mejor amigo que tan sólo estaba pasando por un mal momento, desapareció por completo de mi vida, salvo por los progresos que estaba teniendo el muchacho, que sus padres le comentaban a los míos y yo escuchaba tras la puerta de la cocina.

Es cierto que aquello me hizo crecer y disfrutar más al castaño cuando se recuperó, y me juré a mí mismo que le cuidaría y jamás volvería a caer. 

Pero lo había hecho, y había sido por mi culpa.

-¿Tae? ¡Tae! -Yoongi me zarandeó de un lado a otro hasta que logró que mis pensamientos se disiparan casi por completo y comenzara a mirarle sorprendido por su trato- Hemos encontrado posibles lugares ¡Vamos a encontrarle! -Sonreí cómo pude y comenzamos a correr de nuevo, ninguno había traído consigo el coche y no íbamos a perder tiempo en volver hasta nuestras casas, pues ninguna pillaba lo suficientemente cerca y no íbamos a correr el riesgo de perder ni un segundo más-.

Efecto Mariposa💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora