El olor a su perfume, un beso en la mejilla, una fotografía y una pequeña promesa que pienso mantener hasta el último de mis días. Eso es todo lo que tengo de ella.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Quién rayos eres tú y que le hiciste a mi mejor amiga?—exige Christopher observándome detenidamente.
—¡Soy yo!—me río cruzándome de brazos.
—Déjame ver sí estamos en el mismo canal... ¿Tú? ¿Leidy Ulloa, la chica que siempre va esquivando a la gente para no tener que hablar con ellos, le propusiste un viaje a la cabaña del terror a un chico que solamente has visto una vez en tu vida?—cuestiona Christopher casi en un grito.
—Si—respondo.—Y no fue una vez, fueron dos...
—Guau. Lo conoces de toda la vida, Leidy—ironiza—¿Disculpa, pero...qué clase de bicho raro te picó?—Eli suelta una risita divertida apenas mis ojos se encuentran con los suyos en un intento desesperado para que calme a su novio.
—Ya déjala, Christopher—exclama tomado su mano.—Leidy tiene suficiente edad para saber lo que hace, y lo menos que necesita justamente ahora es un mejor amigo celoso que le empiece a perforar el cerebro con reclamos—le espeta observándole fijamente.—Y sobre el plan en la cabaña del terror, por mí no hay ningún problema...sabes a que papá le gusta que pasemos tiempo en contacto con la naturaleza y que mejor que naturaleza de primera mano...—bromea sonriéndome.
—¡Gracias, Eli!—le ofrezco una enorme sonrisa digna del gato morado de Alicia en el país de las maravillas y ella vuelve su atención a su novio.
—Ahora, que si a ti te parece tan mala idea que Leidy haya invitado a su amigo Joel, puedes quedarte—masculla cruzándose de brazos.
Reprimo una carcajada cuando me doy cuenta de la sorpresa pintada en el rostro de Christopher, sus ojos castaños están tan abiertos que por un segundo parece que se ha olvidado de como parpadear, sus labios entreabiertos dejan escapar un jadeo exagerado, se cruza de brazos tratando de mostrar cuan indignado se siente y niega firmemente.
—¡No puedo creer que prefieras a un desconocido a que tu propio novio!—dramatiza en voz baja.
—¡No lo prefiero a él! ¡Esto lo estoy haciendo por Leidy!—hace una pausa y mis mejillas se sonrojan cuando ambos me observan detenidamente como si fuese su objeto de estudio.—Mira que es la primera vez que va a tener contacto directo con un chico, lo menos que quiero es arruinárselo y tú deberías hacer lo mismo—agrega y la miro ofendida.
—¡Gracias por lo que me toca, eh! ¡Que linda eres!—me quejo fulminándola con mi mirada.
—¿Entonces, Christopher Vélez? ¿Vienes con nosotros o te quedas?—lo presiona colocando una de sus manos en su cintura.
Me rio internamente cuando me doy cuenta que el rostro de mi mejor amigo es todo un poema.—Iré solamente para asegurarme que ese tal Joel no vaya a hacerle daño a Leidy, porque es como mi hermana...sólo quiero cuidarla—me río.
