C33: Tan sólo pido.

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Me quede sin tu mirada, sin darme cuenta, la soledad me despertaba. Te esperé como siempre en mis sueños a que llegaras, la madrugada me recordó porque ya no estabas.

A la mañana siguiente todo lo que mi cerebro es capaz de recordar son tres cosas. La primera esta no es mi habitación de Miami, la segunda; a mi lado se encuentra profundamente dormida mi nueva roomie con cabello de unicornio y diarrea verbal y tercera; mi vida está tan jodida como el día de ayer.

Me siento en la cama lentamente y me quedo completamente quieta observando a Harmony que duerme con la mitad del cuerpo cubierta por un edredón de notas musicales y me rio en voz baja.

Tan solo pido que todo sea como antes, besar tu frente y abrazarte. Tan solo pido que tu recuerdo me haga sentir vivo. El tiempo pasa, voy muriendo. Necesito estar contigo.

Me pongo de pie con la mera intención de darme una ducha que me haga despertar por completo pero tratar de sentirme mejor es una tarea completamente imposible porque entre más despierta estoy más consciente soy de que mi vida entera que está yendo a la mierda a la velocidad de la luz.

Cierro mis ojos dejando que el agua caliente haga su labor hasta que un par de suaves golpes se hacen presentes en la puerta.—Leidy...—me llama la voz somnolienta de Harmony desde el exterior de la habitación llena de vapor.

—¿Qué pasa?—cuestiono a los gritos para que ella pueda escucharme sobre el pequeño bullicio que producen las gotas de agua chocando contra las baldosas del suelo.

—Tu celular está sonando—anuncia.

—¿Quién es?—vuelvo a preguntar lentamente tratando de comprender quién demonios es que se atreve a llamarme a las seis y media de la mañana.

—La verdad no lo sé porque no quiero que creas que soy una chismosa o algo parecido así que no he visto, cuando lo tomé de la mesa de noche le di la vuelta sin si quiera ver la pantalla porque no quiero parecer entrometida o algo que se le parezca... —explica a toda prisa. Me rio en voz baja y niego un poco.

—Bien, ¿podrías por favor darle la vuelta y comprobar quién era la persona estaba llamando?—inquiero. Espero un par de segundos y escucho un suspiro por parte de Harmony—Y bien... ¿Quién llamaba a las seis y media de la mañana?—cuestiono.

Tan solo pido sentir tus manos cuando llegue el frio, recuperar lo que ayer, sin merecer nos arrancó el destino.

—Un tal Joelo...

—Un tal Joelo

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Abro los ojos de golpe siendo completamente incapaz de seguir durmiendo. Bien, en realidad no es que haya dormido mucho de todas maneras porque la mayor parte de la noche me la pase pensando en Leidy y en todo lo que ya la extraño y la extrañaré.

NO ME OLVIDES|JOEL PIMENTEL|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora