C23: Zabdilover.

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Mi corazón se estremece de ternura al darme cuenta del nivel de concentración que tiene Leidy en este preciso momento. Se encuentra sentada sobre un banquillo de madera de tres patas sosteniendo un carboncillo y pasándolo por la hoja encima del caballete.

De vez en cuando me mira y me lanza sonrisas que hacen que cada uno de los centímetros de mi piel se erice de inmediato.

—¿Falta mucho?—cuestiono lentamente y ella ríe.

—Pareces un bebé. Esta es la cuarta vez que te digo que no. Y ya te dije que no tienes que moverte ni un solo centímetro—masculla lanzándome una mala mirada.

—¡Me pica un ojo!—protesto y ella se echa a reír.

—La verdad es que terminé desde hace un buen rato pero es demasiado lindo observarte estar ahí haciendo nada y aun así déjame decirte Joel Pimentel que luces condenadamente bien—anuncia totalmente divertida.

Le lanzo una mirada fugaz poniéndome de pie. —Eres un tramposa, me pica un ojo desde hace cuarenta minutos pero no quería decir nada para no desconcentrarte—le informo en medio de un suspiro. Leidy sonríe y camina hasta mí para depositar un beso sobre mis labios.

—Eres una mala novia—protesto a modo de broma apenas nos separamos.

—¿En serio soy una mala novia?—cuestiona lentamente depositando otro breve beso sobre mis labios.

—Si—me rio y vuelve a besarme.

—¿Sigo siendo una mala novia?—murmura de nueva cuenta.

—La peor de todas—respondo y me besa otra vez.

—Te amo—inquiere lentamente acariciando mi mejilla de manera lenta.

—Te amo—repite con media sonrisa.

—Te amo—repite con media sonrisa

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—¿Verdad que es realmente increíble?—cuestiono lleno de emoción.

—La verdad es que si, tienes que sentirte totalmente orgulloso porque realmente tienes una novia que parecer ser un estuche de monerías—comenta Eli apreciando el dibujo que Leidy me acaba de obsequiar.

—¿Por qué nunca me has dibujado a mí?—cuestiona Christopher cruzándose de brazos y lanzándole a la muchacha que es el amor de mi vida una mirada llena de reproche.

—¿Para qué carajos quiero tener un dibujo tuyo?—replica mi novia y Christopher niega un poco entornando sus ojos.

—La verdad es que no sé como hace Joel para soportarte—protesta ofendido y yo me rio.

—Cállate, tonto—murmura Leidy y yo beso su cabeza.

—Pero dejando las bromas de lado, en verdad el dibujo que Leidy te regaló es muy lindo, Joel—anuncia Zabdiel y yo asiento de inmediato.—Sabía que era talentosa pero la verdad es que nunca me imaginé que tanto—bromea el boricua con una sonrisa instalada en los labios.

NO ME OLVIDES|JOEL PIMENTEL|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora