Me siento de forma lenta en la silla que habitualmente ocupo en el comedor con la esperanza de que esta vez Silvana no va a aparecerse siendo la versión latina de Gigi Hadid como normalmente lo hace, mi padre lee el diario matutino -costumbre que tiene desde que tengo uso de razón- mientras el café negro se enfría en su taza de porcelana.La vida de familia ha sido complicada desde que mi madre nos abandonó, y no, no se fue por ahí con cualquier sujeto a despilfarrar dinero como pasan en las telenovelas dramáticas, ella murió en un accidente de auto cuando yo cumplí cinco años. Desde entonces sólo hemos sido Silvana -la chica que se empeña en hacerme pasar por un señorita de la alta sociedad-, mi padre -el tipo más cariñoso y bueno del jodido mundo- y yo -una chica que lucha contra su hermana cuando pretende imponerse.
-La invitación para la cena de gala llegó está mañana-anuncia Silvana entrando cuan modelo de Victoria's Secret al comedor. Odio que se vea tan bien por las mañanas, parece haber recién haber salido de una sesión completa de spa, mientras yo a duras penas puedo mantenerme con los ojos abiertos.-Podemos ir de compras esta tarde, Leidy. Ya sabes, comprar un vestido bonito, zapatos que si parezcan de niña y hacer algo con ese cabello...
Lucho conmigo misma para no levantarme y estrangularla con mis propias manos.-No podré asistir, estaré ocupada.-le informo antes de darle una mordida a un pan tostado.
-¿Qué? Pero sí ni siquiera te he dicho cuando será-replica con el ceño fruncido.
-Haber, tú sabes que ese tipo de eventos no son para mí. No me gustan, los odio de hecho.-le recuerdo.
-Supongo que podrías hacer un pequeño esfuerzo ¿no?-bate sus pestañas repetidas ocasiones y quiero volver a pegarle por parecer condenadamente persuasiva.
-No.-respondo finalmente.
- Sil me dijo que ayer saliste de fiesta con Zabdiel, Christopher y Elizabeth-comenta papá casualmente. Le lanzo una fulminante mirada a mi hermana y asiento lentamente.
-Era la fiesta de cumpleaños de...una amiga...-...de Zabdiel, quiero añadir pero prefiero no hacerlo.
-¿Te divertiste?-pregunta mirándome con una pequeña sonrisa formándose en la comisura de sus labios.
Claro, con un futbolista rubio y descerebrado acosandome, presenciando como Christopher y Eli casi se reproducían en mis narices, escuchando a Zabdiel hablando sobre Lía Pimentel todo el trayecto a casa. Sí. Me divertí un montón.
-Estuvo bien-respondo encogiendome de hombros.
-Me alegra que salgas a divertirte, cariño. Que hagas las cosas que hacen los chicos de tu edad-inquiere con voz neutra.
-¿La abuela viene de vacaciones?-pregunto para desviar el tema de mi. Los ojos de Silvana se iluminan en un santiamén y observa a papá expectante. Hablar de la abuela siempre me salva, definitivamente.
-No lo sé, probablemente siga encima de un barco atravesando el Caribe.-suspira y to me rio-intentaré llamarla más tarde para preguntarle-promete sonriendo al mismo tiempo que mi hermana suelta un largo y triste suspiro.
-Dios, que envidia con la abuela-protesta Silvana cruzándose de brazos. El timbre de mi teléfono llena el aire justo antes de que comience a vibrar contra mi muslo derecho.
Observo la pantalla y sonrío poniendome de pie cuando descubro el nombre de Elizabeth en él.-Tengo que responder-anuncio poniendome de pie para poder alejarme del comedor-...y Sil...las chicas de sociedad no se cruzan de brazos...-me burlo empezando a avanzar fuera del lugar.
-Dios, mío. Es cierto. Gracias, Leidy...
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NO ME OLVIDES|JOEL PIMENTEL|Completa.
FanfictionEl olor a su perfume, un beso en la mejilla, una fotografía y una pequeña promesa que pienso mantener hasta el último de mis días. Eso es todo lo que tengo de ella.