—¿Por qué tenemos que volver a la ciudad? ¿Por qué no podemos quedarnos a vivir en la cabaña del terror? ¡Está increíble!—protesta Richard dejando caer descuidadamente su maleta dentro de la cajuela del auto de Erick.
—Lo dices porque a ti no te picaron todos los mosquitos del mundo—se queja Erick lanzándole una mirada fulminante.
—¿Y cómo no? El repelente que Rubí te dio en lugar de parecer repelente parecía agua con azúcar—se burla el rubio en medio de una risa divertida. Los observo fijamente y niego un poco.
—¿Se puede saber qué es lo que te pasa, loco?—cuestiona Erick lanzándome una mirada fugaz.
—Es que...bueno, ahora que vamos a volver a la ciudad y cada uno vuelve a su rutina no sé que hacer, es decir son vacaciones y todo pero para ser sincero no quiero separarme de Leidy...es increíble la cantidad de cosas que hemos vivido juntos en estos cinco días que creo que no sé que hacer con mi vida ahora que nos vamos—explico a toda prisa y ambos me observan detenidamente.
—¿Y porque no la invitas a salir?—inquiere Richard cruzándose de brazos y sonriéndome ampliamente.
—Richard tiene razón, ella ya te invitó a un campamento y tú mismo acabas de dar a entender que te la pasaste increíble, entonces ahora es tu turno, Joelo—lo secunda Erick.
—¿Y qué puedo hacer entonces?—pregunto desesperadamente. Ambos intercambian una fugaz mirada y luego se sonríe el uno al otro—¿Qué es lo que están tramando ustedes dos? Porque tengo la sensación que esa sonrisa que tiene en el rostro no depara nada bueno—inquiero en voz baja.
—¿Estás dispuesto a recibir ayuda sin decir absolutamente y dejar que nosotros nos hagamos cargo de todo?—cuestiona Erick cruzándose de brazos también.—Todo lo que tienes que hacer es esperar, cuándo nosotros te digamos vas con Leidy y la invitas a salir...tómalo o déjalo.—masculla el ojiverde.
—¿Tengo que rezar para no terminar en una estación de policía detenido por cualquier imprudencia que ustedes hagan? Y lo peor...con Leidy....—me mofo mirándoles detenidamente.
—Tómalo o déjalo—repite Erick.
Me lo pienso un par de minutos tratando de entender que es lo que está pasando por las mentes de esos dos pero... ¿Por qué no tomar el riesgo? Suelto un pequeño suspiro y asiento de inmediato.
—Está bien Lo tomo—decido finalmente.
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NO ME OLVIDES|JOEL PIMENTEL|Completa.
FanfictionEl olor a su perfume, un beso en la mejilla, una fotografía y una pequeña promesa que pienso mantener hasta el último de mis días. Eso es todo lo que tengo de ella.