C09: Besos en el bosque.

877 78 38
                                    

— ¡Cuéntanoslo todo!—exigen Lía, Rubí y  Eli  al unísono apenas atravieso la puerta de mi habitación compartida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Cuéntanoslo todo!—exigen Lía, Rubí y Eli al unísono apenas atravieso la puerta de mi habitación compartida. Me detengo de golpe contemplando al trio dinámico que me observan con fijeza y enormes sonrisas instaladas en los labios.

—¿Qué hay que contar?—inquiero haciéndome la tonta porque sé de sobra a lo que ese trio se refiere.

—¡No te hagas la tonta!—masculla Elizabeth jugueteando con un envase de protector solar.

—Te vimos entrar en el bosque con Joelo de la mano—la secunda Lía.

—¿Ya lo hicieron?—agrega Rubí y la observo fijamente.

—¿Qué? Haré como que no preguntaste esto—respondo y ella ríe divertida.

—¡Vamos, Leidy! Cuéntanoslo—exige la novia de Erick con una sonrisa tirando de sus labios.

—Bueno, no hay mucho que contar—anuncio sentándome al pie de mi cama—Dimos un pequeño paseo por el bosque, estuvimos charlando...compartimos un beso, un par de abrazos...y es todo—tres gritos eufóricos escapan de sus gargantas y niego con media sonrisa.

Soy capaz de escuchar pasos apresurados del otro lado de la puerta de madera y luego un par de golpes en la puerta resuenan en la habitación. Me pongo de pie en un salto y corro hasta la puerta para atender.

Cuando abro me encuentro con Zabdiel y su ceño fruncido mirándome fijamente.—¿Están bien? Escuchamos gritos....—anuncia en voz baja.

Llevo mis ojos hasta mis amigas, les lanzo una mirada furibunda y vuelvo mi atención a Zabdiel en la puerta—Si, estamos bien Zab.—le sonrío.—Es...sólo estamos charlando de cosas de chicas, nada de otro mundo—él asiento no muy convencido y cuándo se da media vuelta para marcharse vuelvo a cerrar la puerta para poder regresar a mi lugar.

—¿Un beso y un par de abrazos?—masculla Lía como sí no pudiese creérselo. Ruedo mis ojos y suspiro pesadamente.

—Bien, un montón de veces y muchos abrazos, en realidad—corrijo y las tres gritan de nuevo.

Vuelvo a escuchar pasos en el pasillo y de nuevo golpes en la puerta me hacen levantarme para atender.—¿Qué es lo que pasa?—cuestiona Chris apenas abro la puerta y queda a mi vista.

—Nada, cosas de chicas—respondo.

—¡No seas chismoso!—le grita su novia desde el interior de la habitación. Los labios de mi mejor amigo se fruncen y niega un poco.

—Perdón por preocuparme por ustedes—dramatiza. Me rio en voz baja y niego con diversión.

—Estamos bien, Chris. Sólo...no son capaces de controlar su euforia—explico sin apartarme de la puerta.

—Bien—Y dicho eso se marcha por donde llegó.

—Les prometo que sí vuelven a gritar les aplicó la ley del hielo por todo lo que resta de las vacaciones—amenazo volviendo a cerrar la puerta para volver otra vez a mi lugar.

NO ME OLVIDES|JOEL PIMENTEL|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora