C15: Sonriendo en la lluvia.

719 56 11
                                    

—Ven acá—inquiero poniéndome de pie para tirar de la mano de Joel. Sus ojos se encuentran con los míos y me ofrece una mirada preguntándome mediante el contacto visual sí me he vuelto loca pero no me importa. Se pone de pie en medio de la lluvia artificial y me sonríe un poco.

—¿Qué se supone que vamos a hacer?—cuestiona lleno de duda.

—Bailemos—respondo. Sus mejillas se tiñen de rojo y aparta la mirada.

—No sé bailar—confiesa en voz baja totalmente que puedo sentir la vergüenza que emana por los poros de su piel.

—Dios. Si algo le agradezco a mi abuela es el hecho de haberme obligado a bailar cuándo cumplí quince años—susurro mirándole—Deberías darle gracias a Dios porque me puso en tu vida—bromeo en medio de una risita divertida.

—Le doy gracias a Dios todos los días por ponerte en mi camino, de hecho—murmura mirándome a los ojos. Mis piernas comienzan a temblar patéticamente y le sonrió ampliamente.—Y maldigo al mundo entero por no poder sacar mi estúpido celular en este momento para hacerte una fotografía—agrega.

—¿Hacerme una fotografía?—cuestiono débilmente.

—Sí. Porque ansío demasiado tener una fotografía de este momento, tú, sonriendo bajo la lluvia es la cosa más linda que vi en mi vida—siento mis mejillas arder automáticamente y mi corazón acelerarse.

De seguir así tendría que terminar visitando al médico. ¿Cómo es posible que una sola persona sea capaz de hacerme sentir tantas cosas a la vez? ¿Cómo es posible que mi corazón lata de manera descontrolada con el simple hecho de que el chico que tengo frente a mí me hable?

—Eso lo dices porque no puedes verte a ti mismo—comento subiendo mi mano derecha hasta su mejilla para poder acariciarla lentamente.

—Me encantas...

Me rio en voz baja y me olvido del baile en la lluvia porque tengo de repente un mejor plan. Paso mis brazos por el cuello de Joel y siento sus brazos enredarse en mi cintura, nuestros ojos se conectan y mantenemos contacto visual por un de minutos mientras el agua sigue empapándonos. Se acerca lentamente a mí hasta que soy capaz de sentir su respiración tibia chocando contra mis mejillas por segunda vez en la noche. La cercanía de su cuerpo al mío me provoca escalofríos pero no me aparto ni un solo centímetro. Porque no puedo. Mi corazón está a punto de estallar de felicidad y cuándo sus labios se posan encima de los míos con suma delicadeza casi floto.

Un beso bajo la lluvia. Artificial. Pero lluvia al fin de cuentas.

—¿Cómo fue?—pregunta Eli a la mañana siguiente apenas abro los ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cómo fue?—pregunta Eli a la mañana siguiente apenas abro los ojos. La luz de la mañana me da de lleno en la cara y odio a los escritores de los libros que he leído pode decir que es lindo. ¡Es horrible! Me cubro el rostro con el edredón de mi cama y me coloco la almohada encima para amortiguar la voz entusiasta de Elizabeth.

NO ME OLVIDES|JOEL PIMENTEL|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora