Capítulo 19

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ALFIE

HACE UNOS MESES

- ¿Qué?, espera, a que te refieres con que los Lacarnfarie no son los únicos que se divorciaran, James dijo que tú y mama pelearon, pero no se pueden divorciar, ¿Qué fue lo que paso? – dijo casi gritando muy confundido Velkan – Yo vine por tu ayuda, porque debes hablar con el tío Ric y con Tori, para que no permitas que se lleven a Morgan de regreso a Nueva York y me das esta noticia, No, esto no puede estar pasando de verdad – añadió tirándose en el sillón más cercano y sujetándose el rostro con las manos.

- Velkan sé que es duro para ti hijo, pero debes entender que los padres a veces hacemos las cosas por algo, y realmente no sé porque Tori se llevaría a Morgan, pero ella es su madre y hace lo mejor para su familia, así que no voy a intervenir, eso y el hecho de que esta familia tiene sus propios problemas, así que ahora ve a tu habitación, es tarde – dije subiendo mi tono de voz para que mi hijo comprendiera que era mi decisión final.

Pase la noche en el sillón que tenía en mi oficina, pues no estaba de ánimos para ver a mi esposa y mucho menos dormir a su lado.

Al día siguiente subí a mi habitación por ropa y algunas de mis cosas me mudaría a algún cuarto de huéspedes.

Después de haberme duchado y cambiado baje al comedor para desayunar, pero para mi sorpresa ahí estaban mis cuatro hijos y mi mentirosa esposa, en cuanto entre al comedor ella trato de hablarme, pero lo único que quería era tomar mi café con la totalidad tranquilidad de la mañana.

Tome rápidamente mi desayuno y salí de ahí, volví a encerrarme en mi oficina, pase el resto de la mañana ahí, hasta la hora del almuerzo donde nuevamente vería a Allison, asi que decidí salir a comer algo, instintivamente marque un numero antes de que contestara colgué.

Mi inconsciente llamo a Richard para almorzar, pero luego recordé que no quería ver a ese malagradecido, así que era mejor almorzar solo, no quería responder preguntas y mucho menos dar explicaciones de nada.

Después de pasar unos días con las misma rutina, dormir en el cuarto de invitados, desayuno incomodo con mi familia, almuerzos o cenas en mi oficina y salir para no ver a mi esposa, además de evitar las preguntas incomodas de mis hijos decidí que lo mejor sería mudarme, había comprado un apartamento por si mi hijo James decidía aceptar estudiar en Oxford, pero había decidido quedarse en Stanford, asi que me mude yo ahí, cuando los chicos estuvieran en la escuela y Allison saliera con las chicas yo tomaría mis cosas y me iría de la casa al nuevo apartamento.

No le pedí a Allison que se mudara aunque era ella quien debía irse, ya que fue ella quien había roto nuestros votos y con ello nuestro matrimonio, pero era yo quien no quería quedarse ahí, donde todo había o no pasado con mi ex mejor amigo.

En cuanto estuve instalado por la tarde recibí llamadas de mis hijos preocupados por saber dónde estaba pues Allison ya había notado que me había llevado todas mis cosas y ya no estaban incluso ni en el cuarto de invitados, les explique donde estaba e incluso les dije que si ellos querían visitarme o si alguien quería quedarse yo no tenía problema, siempre y cuando no le dijeran nada a su madre.

Era extraño que esto pasara, siempre habíamos sido una muy buena familia, incluso para las familias de nuestros amigos éramos la mejor familia que conocían, éramos unidos, no teníamos problemas y se podría decir que casi todo era perfecto, pero ahí estaba una semana después de haber encontrado a mi esposa en los brazos de mi mejor amigo, no podía creer que esto me estuviera pasando a mí.

Prácticamente me desconecte del mundo desde esa fiesta, trabajaba desde casa, no volví a mi antigua casa para nada, solo veía a mis hijos cuando iban a verme y por supuesto decidí pasar unas semanas en California con James, sobre todo las semanas de febrero, no quería saber nada de San Valentín, había estado preparado una enorme sorpresa para mi esposa, pero eso ya no iba a ser posible, así que llame para cancelarlo todo, las flores, los dulces, la cena, incluso las joyas que había mandado reservar, no pude cancelar un par de bolsos que había mandado a pedir, entonces solicite les fueran entregados a mis hijas, no iba a darle nada a esa mentirosa y horrible mujer aunque mi buzón de correo electrónico estaba lleno de mensajes de lo siento, de disculpas y de mensajes de arrepentimiento, no la iba a perdonar.

Oscura ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora