PROLOGO

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Disfrutaba tanto estar entre sus brazos, era como si nada importara, como si todo fuera como debía ser, como si el tiempo no pasara y como si todo el universo estuviera de acuerdo con nuestro amor, y con lo que pasaba a nuestro alrededor. No quería que esta noche terminara, no deseaba salir de la cama ni de este mundo tan maravilloso en el que ahora habitábamos el y yo. Todo era perfecto.

- Buenos días mi amor – saludo el en cuanto despertó, abrazando y besándome con todo el amor del mundo

- Buenos días – respondi sonriendo entre sus brazos

A pesar de tener todo el cabello enredado y algo de maquillaje corrido, no me importaba, estaba con él, estaba desnuda entre sus brazos y el en los míos.

- Desearía poder pasar cada dia de mi vida de esta manera – dijo besando mi cabeza – Eres tan hermosa, tan divina, eres perfecta amor mío – añadió mirándome embelesado – Eres el amor de mi vida – dijo y me beso lleno de pasión

- Y tú el mío – respondi respondiendo a todo lo que sentía por mi

Pasamos la mayor parte de la mañana en la cama, hasta que tocaron a mi puerta con el desayuno

- Yo voy, quédate en la cama, yo te lo llevo – dijo el levantándose para abrir

- Eso era lo único que faltaba, desayuno en la cama – dije riendo como adolescente, envuelta en las sábanas blancas

- No hay nada mejor que esto – respondió entrando con un carrito lleno de comida

Tomamos el desayuno y luego de dejar los platos y las tazas, volvimos a la cama, esto era mágico, realmente lo era, hasta que sonó el teléfono de mi habitación

- Hola – respondi

Escuche a la otra persona por el teléfono, me levante de la cama y luego solté molesta

- Es para ti, es tu esposa –

- ¿Qué? – pregunto asombrado y bastante asustado, levantándose también de la cama y paseando por la habitación

- Ya te dije, es tu esposa – dije enojada y le pase el teléfono

- Me da igual quien sea – dijo y colgó el teléfono sin siquiera pensarlo

- Pero – dije confundida

- Ella no me importa, solo me importas tú – dijo y volvió a besarme con decisión y fuerza

- ¿A qué te refieres? – pregunte incrédula

- Voy a hacer lo que debí de hacer desde el principio – dijo orgulloso

- ¿Qué es lo que harás? – pregunte ansiosa

- Te seguiré hasta el fin del mundo, o a donde sea que vayas mujer – contesto lleno de orgullo y de dicha

No pude evitar sonreír, de oreja a oreja, esto de verdad estaba pasando, al fin él y yo seriamos felices, al fin él y yo podríamos estar juntos, y cuando estuviera listo su divorcio, al fin nos casaríamos

- ¿De verdad?, ¿Lo dices en serio? – pregunte extasiada por la noticia

- Claro que si, debí de hacerlo desde antes, debí ir tras de ti desde que te fuiste, jamás debí haberme casado con ella, cuando es a ti a quien amo y a quien amare toda mi vida – respondió subiendo a la cama y arrodillándose en ella para tomar mi mano

- ¿Iras conmigo a América? – pregunte dejando que acariciara mi mano

- Ya te dije que iré contigo hasta el fin del mundo si eso fuera necesario – dijo besando mis nudillos

Oscura ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora