Capítulo 31

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DYLAN

Llegamos al lugar de la fiesta, casi todo el camino me la pase callado, estaba pensando en cómo cambiarían las cosas si Ashley decidía quedarse, o aparecer en la fiesta con una nueva actitud, una parte de mi deseaba tenerla a mi lado, las cosas siempre fueron mejor con ella junto a mí, pero por otro, ella no encajaba con todo esto, se había enojado y me había regañado como si fuera aun mi novia, y lo peor de todo sentía asco por mí y mi comportamiento, eso no era algo que me importara, pero la manera en que me miro, hizo que algo me doliera, no sabía qué, pero dolió.

Salí del auto como zombi y solo seguí a mis amigos que eran dirigidos por un tipo enorme de traje oscuro, nos llevó hasta una puerta donde nos pidió que esperáramos.

-¿Esto no se les hace raro? – pregunto Jimmy sacándome al fin de mis pensamientos

Cuando me di cuenta estábamos en una sala circular pequeña y negra, no había nadie, solo un pequeño mostrador vacío

- Hola, bienvenidos, si me permiten sus cosas, bolsos, abrigos y por supuesto sus camisas chicos – dijo una empleada muy guapa a la que inmediatamente todos deseamos en nuestra cama, llevaba un bikini blanco diminuto, solo tapaba lo necesario, pero recorrí con la mirada cada curva de su cuerpo con deseo en mis ojos, y sé que ella lo noto porque me devolvió la mirada y una sonrisa, ella, ya era mía.

Me quite la camisa tratando de provocarla con mis manos sobre mi pecho y mi abdomen cuando desabroche los botones, y creo que funciono, porque no me quito la mirada de encima mientras le entregaba mi camisa.

- ¿Me pueden dar sus nombres?, los necesito para etiquetar sus pertenencias – dijo aun mirándome

En cuanto dimos los nombres nos dejó pasar, solo nos quedamos con nuestro celular el cual guarde en mi pantalón, entramos por la puerta que señalo y ahí estaba la gran fiesta, montones de gente en una sala con pintura neón en las paredes y luces negras iluminando todo, la misma gente estaba pintada, sus cuerpos tenían pintura por todas partes, los hombres tenían en la cara, los brazos, el pecho y el abdomen, las chicas, en los brazos, el abdomen, las piernas, los pechos.

Todos íbamos de blanco, lo cual hacia que resaltara todo, la gente se movía al ritmo de la música, había meseros en trajes de baño plateados, tanto hombres como mujeres, en cuanto atravesamos la puerta sentimos el calor sofocante que hacía, nos dirigimos hacia donde estaba nuestra mesa, eran una serie de sillones con una mesa pequeña pegado todo en una esquina, justo cuando pasábamos, se levantó Terrence el anfitrión.

- Vaya, ya están aquí, pensé que no vendrían, pero ahora que han llegado esto se pondrá mejor, solo mírense, son la fiesta andante del Reino Unido, sus fiestas comienzan a opacar las mías, sé que tuvieron una fiesta impactante en Ibiza, me alegra que hayan venido, Mark, Dylan, quédense, quiero hablar con ustedes – dijo muy animado y en el momento un tipo nos dejó pasar a su lado

Terrence era un tipo alto, fuerte, con todos los músculos del cuerpo muy bien tonificados, tenía el cabello castaño oscuro y la piel aunque era blanca no era pálida como la mía, el sí tenía un leve bronceado que yo jamás conseguía, tenía los ojos verdes y si te miraba sentías que estaba descubriendo todos tus secretos, esa noche solo usaba un pantalón blanco muy pegado al cuerpo, incluso por encima del pantalón se notaba lo musculosas que eran sus piernas, no solo era imponente, era demasiado guapo, incluso más que nosotros juntos, quizá por eso llevaba años siendo el rey de Europa, Terrence tenía 22 años y lo tenía todo, autos, dinero, mansiones, amigos, mujeres, yates, él tenía sus propios negocios, desde los 18 dejo de depender de la herencia de su familia. Definitivamente quería ser como él.

- ¿Qué pasa? – pregunto serio Mark

- Largo – dijo serio Terrence y con una mirada a todos les bastó para que se fueran y nos dejaron solos a los tres

Oscura ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora